Presencia de fiebre súbita es señal de un posible dengue
El mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue, se cría en aguas limpias, por lo que evitar aguas acumuladas dentro y alrededor de los hogares es el aporte más efectivo que pueden hacer las familias para evitar su reproducción y por lo tanto la enfermedad, que hasta la fecha ha afectado a cerca de 3,500 personas en el país y registra tres muertes confirmadas.
La fiebre que inicia de manera súbita, acompañada de dolores de cabeza, detrás de los ojos y en las articulaciones, falta de apetito, náuseas, vómitos, inflamación de ganglios linfáticos o sarpullido, forman parte de los signos característicos de la enfermedad viral, la cual no tiene un tratamiento específico.
En los actuales momentos, cuando diferentes países de la región, incluyendo República Dominicana, presentan condiciones epidémicas, las recomendaciones de los especialistas y autoridades son las de no automedicarse, acudir al médico, usar repelentes, usar mosquiteros y otra forma de protección para evitar picaduras, sobre todo en los niños, ya que sobre el 80% de los afectados en lo que va de año en el país son menores de 15 años.
Existen cuatro serotipos de virus del dengue como son DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4. En las últimas semanas en el país se ha identificado mayor circulación del tipo 1 en los casos estudiados de pacientes que acuden en busca de asistencia médica a los centros hospitalarios. Los síntomas de la enfermedad aparecen de 3 a 14 días, con promedio de 4 a 7 días, después de la picadura del mosquito transmisor. Cuando una persona se recupera de la infección, adquiere inmunidad de por vida contra el serotipo que le afectó, pero no contra los demás, por lo que infecciones posteriores, causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer el dengue grave.
SEPA
Fumigar en las ciudades
Alerta. Aunque con frecuencia en el país se registran brotes y epidemias de dengue, en los últimos dos años su comportamiento se había mantenido en niveles bajos.
Prevención. Recomiendan evitar agua acumulada, puesto que es la mejor forma de prevenir la crianza del mosquito transmisor.