Escuela de Pantoja sin registro ni transporte
El director de la escuela Osvaldo Bazil, en el sector Palmarejo-Villa Linda, de Pantoja, Agustín Lebrón, informó ayer al Listín Diario que su centro tiene tres años desde la última vez que recibió un registro estudiantil y que desde el periodo escolar 2022-2023 no gozan ni del desayuno escolar ni la merienda para sus estudiantes.
Según Lebrón, han instaurado una lucha a base de reclamos a las autoridades para que el plantel, que solo cuenta con once aulas en un edificio de dos niveles, sea intervenido debido a su crítica condición, además de ser considerados para recibir los servicios básicos con los que está obligado el Ministerio de Educación (Minerd).
“Se dicen muchas cosas y se hacen otras. Solamente hemos visto las noticias, pero con nosotros no se ha hablado de que vayamos a estar incluidos”, refirió el director al ser cuestionado sobre el plan de transporte escolar que, a pesar de no haber iniciado en todos los centros, se supone que este año arrancará en todos los municipios del Gran Santo Domingo.
Carencias ignoradas
Según Lebrón, quien ha dirigido la escuela Osvaldo Bazil por más de 12 años, su centro no ha sido olvidado, sino ignorado.
Las autoridades del Distrito 15-01, al que pertenecen, son conocedoras de las precarias condiciones en las que son instruidos los más de 200 niños que están matriculados en el centro, pero aun así no ofrecen ninguna clase de respuesta.
“Ellos lo saben (las autoridades distritales). Ellos saben la condición en la que nosotros estamos aquí. Yo me he cansado de llevar cartas y peticiones”, refirió.
A falta de los registros que dejaron de recibir anualmente, se ve en la obligación de mandar hacer con sus propios fondos los que se requieren para los grados que imparten, que van de segundo a sexto.
De las once aulas que son utilizadas por 16 maestros para dar clases en tandas de mañana y tarde, solo una tiene dos abanicos, en el resto, donde hacen falta pinturas, butacas, pizarras y mesas en buenas condiciones pizarras, alumnos y profesores la pasan mal por el gran calor.
En el salón de maestros, que se comparte con un curso, y el pequeño bloque que comprende la oficina administrativa, resaltan abanicos de pedestal que el propio personal ha comprado para lidiar con las altas temperaturas.
La loza de los suelos, inexistente, incluso habla del abandono al centro; sin embargo, según refirió el director Lebrón, hay un plantel en óptimas condiciones que remplazaría el crítico lugar en el que está, pero está en construcción desde hace añales.
Hay escuelas siendo remozadas
En el Distrito Municipal Pantoja, en la proximidad del propio sector de Palmarejo, hay varias escuelas públicas que cuatro días después del inicio de las clases, están siendo remozadas.
En el caso de la Escuela Básica Johanny Alcántara, la situación fue tan delicada que el lunes recibieron al cuerpo estudiantil y debido al fuerte olor a pintura reciente, ya que aún se encontraban pintando, tres niños sufrieron desmayos y se vieron en la obligación de cancelar la docencia hasta el miércoles de esta misma semana.
“Le comuniqué la situación al director distrital y estuvo de acuerdo con nosotros, suspendimos las clases hasta el miércoles y él nos dijo que el Minerd estaba enterado de eso, que nosotros estábamos siendo intervenidos y no era nuestra culpa”, informó Pilar García, directora.
No obstante, a pesar de que se movió para mitad de semana, ese día de una matrícula de 610 niños, solo recibieron 15.
“Nosotros esperamos que el lunes esto esté a reventar. Estamos esperanzados y deseosos de que así sea porque estábamos listos para agotar una agenda del inicio del año escolar”, refirió García, quien además aseguró que los maestros que se encontraban en el plantel días antes en toma de taller y capacitaciones, también estaban padeciendo de migrañas, fatiga y otros malestares.
En la escuela Minerva Mirabal, los estudiantes, aunque están encuentran asistiendo, no han sido ubicados en las diferentes aulas ya que hay hombres trabajando, dando retoques finales y equipando con el mobiliario necesario.