A Golden State le basta con una pelota
La llegada de Kevin Durant a Golden State Warriors supuso un auténtico azote en la NBA. El MVP de 2014 se unía al mejor jugador de las dos últimas regular seasons, Stephen Curry, en el equipo que ha dominado la liga en las dos últimas campañas y que solo claudicó ante Cleveland Cavaliers en las Finales 2016. Incluso el Comisionado, Adam Silver, mostró su desacuerdo con la acumulación de varias estrellas en un equipo. Sin embargo, pronto surgieron también algunas dudas respecto a la operación.
¿Cómo encajarían en un mismo vestuario los egos de Durant y Curry? ¿Qué papel desempeñaría el escudero Klay Thompson? ¿Sería suficiente con una sola pelota para que todos tuviesen los tiros que consideraran necesarios? Los pesos pesados de la plantilla llevaban tiempo tratando de convencer a ‘KD’ para que recalara en Golden State. Steve Kerr le dijo que su llegada ayudaría a Curry a quitarse la presión y el propio Curry le dejó claro que estaría encantado de tenerle en su equipo: “Lo importante no es quién obtiene el mayor reconocimiento personal. Lo único que me importa es ganar campeonatos y quiero hacerlo contigo en el equipo. Si vuelves a ganar el MVP, seré el primero en aplaudirte”. Pese a ello, faltaba la prueba definitiva para comprobar cómo conectaban estos ‘nuevos’ Warriors, algo que solo se podría ver sobre el parqué.
Un comienzo dubitativo
Kevin Durant se estrenó como ‘Warrior’ el 1 de octubre en el amistoso ante Toronto Raptors, donde apenas anotó 2 de los 9 lanzamientos que hizo en sus 19 minutos en pista en un partido en el que Golden State cayó derrotado. Todavía quedaba mucho trabajo por hacer, pero aun así, acabó la pretemporada con una media de casi 23 puntos por encuentro. La abultada derrota ante San Antonio Spurs en el primer partido oficial del año hizo saltar las alarmas. El equipo que había acumulado 24 victorias seguidas en el inicio de la temporada pasada y que había añadido a Durant cayó a las primeras de cambio. Por lo menos, él podía decir que había sido el mejor de los suyos, aunque eso no bastaba.
La segunda derrota llegó demasiado pronto, en la sexta jornada, y con Los Angeles Lakers -uno de los peores equipos de la temporada pasada- como rival. Además, Curry rompió su racha de 157 partidos seguidos metiendo al menos un triple. ¿Qué pasaba en Golden State? El equipo que estaba llamado a arrasar a sus rivales había perdido dos de los seis partidos disputados, las mismas derrotas registradas en los primeros 31 partidos de la 2015-16. Para colmo, Thompson no andaba nada fino desde el perímetro, donde no pasaba del 20& de acierto.
¿Había estropeado Durant la maquinaria de los Warriors? Ajeno a las críticas, él siguió a lo suyo, trabajando, y ya es el máximo anotador del equipo en este arranque de temporada. Ante Dallas Mavericks, Golden State acabó de un plumazo con todas las dudas sobre la química entre sus estrellas. El conjunto de la bahía de Oakland logró un registro histórico en la NBA: cuatro de sus jugadores anotaron cuatro triples. Esta vez, Draymond Green se sumó a la fiesta de Curry, Durant y Thompson. Además, ninguno de ellos necesitó más de 8 lanzamientos desde el perímetro.
Green, el ‘factor X’
Green, el hombre que en plena celebración del anillo de 2015 se quejó de que Kerr le reprendía cada vez que tiraba, es una pieza fundamental en estos Warriors. Lleva ya tres ‘triples-dobles’, aunque sus números en términos de anotación están lejos de los del ‘Big Three’. Su labor en la sombra no aparece en los highlights, pero sus compañeros saben de su importancia. Su trabajo defensivo es único, pero, además, es el máximo asistente de la plantilla. Sacrificar lanzamientos en pro de los demás. Que tiren los que mejor lo hacen. Solo así se explica que Curry, Durant y Thompson tiren prácticamente lo mismo que el año pasado desde la línea de tres puntos en unos Warriors que tiran menos desde el perímetro que la temporada pasada.
-Curry: de los 11.2 lanzamientos por noche de la pasada temporada, a los 9.9 de esta.
-Durant: de 6.7 en OKC, a 4.9 ahora.
-Thompson: 8.1 el año pasado y 7.5 este.
Y solo con una pelota en el campo.