Actitudes para concluir el año
Al terminar el año, se sobrevienen muchos sentimientos encontrados, nostalgia, alegría y en algunos casos frustración. Concluir un año, aparte de las celebraciones es también un momento propicio para reflexionar y enmendar errores.
Por esta razón los psicólogos y consejeros espirituales recomiendan tener momentos de meditación y trazarse metas y forjarse actitudes positivas para dar la bienvenida al nuevo año, que puede ser el ciclo ideal para reiniciar.
Es importante en primer lugar agradecer, ser capaces de dar gracias a Dios por todo lo que permitió que ocurriera durante el año, sin importar la naturaleza de estos acontecimientos. Bueno o malo lo que pasó, cumplió un propósito que marca y permite aprender de ello.
También aceptar no con conformismo sino con una actitud positiva todo lo que ocurrió, pues esto es un acto de preparación mental para hacer borrón y cuenta nueva. Sencillamente, aceptar.
Ser optimistas, como máxima para iniciar un nuevo año es fundamental ser optimistas, las actitudes positivas y esperanzadas ayudan a formar una visión de la vida y a creer en sí mismos para emprender proyectos.
Dos claves fundamentales para terminar un año y comenzar otro, son fe y proyección. Fe, porque quien no cree no tiene posibilidad de superarse y proyección porque hay tanto dentro del espíritu atrapado y que necesita ser liberado y proyectado hacia los demás y hacia el propio ser.
Por último, pero no por ello menos importante, por el contrario crucial, es necesario trazarse metas, que sean realistas y realizables, no utopías. Es bueno decidirse a aprender algo nuevo, un idioma o estudiar un curso académico, aprender baile, arte o cualquier otra actividad; porque esos ejercicios fortalecen la mente y el espíritu. Pero lo más importante es optar por establecer o renovar los vínculos espirituales con Dios que permiten ser mejores seres humanos, más felices, positivos y exitosos.