Advierten que las redes sociales atentan contra la vida en pareja

Cada son más las personas que le piden a sus conyugues que no publiquen información íntimas en sus cuentas de Facebook y Twitter. También aumentaron los casos de aquellos que temen que el material compartido pueda ocasionarles problemas.

Las diferencias que tienen las parejas en las actitudes sobre la privacidad en Twitter y Facebook suelen alterar la convivencia y traen aparejados algunas discusiones acerca de que información compartir y cual no.

Cada vez son más los casos de personas que les piden a sus conyugues que no publiquen fotos ni datos sobre ellos, por considerar que no se respeta privacidad y que se hacen públicas cuestiones que no pertenecen a vida privada.

Según publica el diario La Nación, el director del Pew Research Center’s Internet and American Life Project, Lee Rainie sostuvo que hay “una negociación estándar que tiene lugar en muchas relaciones, pero hoy hay muchas audiencias que observan”.

“Habrá momentos incómodos, incluso más, si la negociación se lleva a cabo en público”, dijo el especialista que se dedica al estudio de la tecnología y la conducta humana.

Un caso resonante es el de la hija del cantante Johnny Cash, Rosanne Cash, que cotidianamente escribe en Twitter ácidos comentarios sobre su esposa, quien no comparte el interés por esta práctica, y en más de una ocasión se generaron discusiones.

Luego de episodios de este tipo, muchas personas reclamaron que sus parejas pidan autorización antes de publicar algún material que los incluya, y que puede llegar a incomodarlos.

Los desacuerdos sobre qué tipo de información compartir en las redes sociales suele ser bastante común. Especialmente esto ocurre porque uno de los dos está más ansioso por exponer ciertos hechos y emociones.

Otros de los inconvenientes son los problemas que se pueden llegar a ocasionar por la publicación de material íntimo. Muchas mujeres temen sufrir asaltos o ataques luego de que sus esposos comentan que se encuentran fuera de casa.

También el hecho de que se expongan refacciones, compras o mudanzas, genera una sensación de inseguridad.