Arrendel transmite a jóvenes lo que aprendió
SANTO DOMINGO. ¿Te has preguntado que hace Juana Arrendel después de su retiro de las pista de atletismo?
Luego de una carrera en la que alcanzó récords y logros en salto alto, Arrendel dedica sus horas a enseñar a las nuevas generaciones y a pasar los conocimientos que la llevaron a obtener la cúspide en su trayectoria.
Trabaja en el Ministerio de Deportes, en deporte escolar. Explicó que entrena a jóvenes, respaldada de su experiencia, y además pertenece a la dirección de deportes del Ejército Nacional.
Después de dejar el deporte, ahora juega el papel más importante de su carrera: ser madre de un niño de tres años.
Define que el salto alto, (disciplina que la llevó a la fama), es una rama que conlleva mucha disciplina y dedicación.
“Yo entiendo que en un futuro debe de aparecer una atleta de mi especialidad. Creo que no voy a hacer la única de la historia”, afirmó Arrendel.
“Siempre se extraña el ambiente deportivo, aunque yo soy una atleta consumada. Cuando decidí retirarme ya había asistido a los eventos deportivos más importantes. Estoy feliz de los resultados favorables que le di a mi país, y del apoyo que recibo de las personas en las calles” dijo.
Es parte de la Plaza de los Inmortales del Deporte Militar, que es un homenaje a atletas militares que consiguieron preseas para el país.
“Le debo al deporte todo lo que soy, me dio la oportunidad de ser la persona que soy hoy”.
“Fue algo que marcó mi vida cuando gané la medalla de oro aquí, competí mucha veces fuera de aquí, rompí récords, pero hacerlo en el país, nada más hay que vivirlo para tu sentirlo”, confesó Arrendel sobre la medalla de oro que conquistó en los Juegos Panamericanos del 2003.
Piensa que el Círculo Deportivo Militar es una de las bases para los atletas que forman parte de las selecciones nacionales, y entiende que es un gran apoyo.
Esta Teniente Coronel, con 22 años en el Ejército, invitó a los jóvenes a que tengan disciplina y a trabajar duro día a día.
Empezó su trayectoria en el 1992, en su natal San Pedro de Macorís.
Vivió más de 15 años en la villa olímpica y durante más de 20 años viajó representando los colores patrios.
En los Juegos de El Salvador 2002, se hizo dueña del récord en salto alto de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, con 1.97.