Bartolo Colón y Michael Pineda se erigen como ases de Nueva York
Un puertoplateño entrado en la tercera edad, cuyo peso coquetea las 300 libras, y un sancristobalense de 26 años con estatura de delantero de baloncesto (6’7), que se perdió dos años por problemas en su hombro derecho son las cabezas de las rotaciones newyorkinas, tras completarse el primer mes de la temporada.
El futuro de la rotación de los Mets se llama Matt Harvey-Jacob deGrom, pero en el presente de los de Queens no se puede hacer la ecuación dejando fuera a Bartolo Colón. Los Yanquis pagan más de US$24 millones por CC Sabathia, sin embargo el desempeño de as ha correspondido para Michael Pineda.
Colón, ofrecido a los 29 equipos hace un año por material joven, y cuyo rol se definió en la etapa final de los entrenamientos, ha arrancado el curso como el veinteañero de sus años en Cleveland y su apellido de almirante aparece hoy en los lideratos de pitcheo junto al de ases como Kershaw, Cueto, Scherzer y Greinke.
Colíder en victorias de la Liga Nacional con cinco, un microscópico WHIP (hits y bases por entradas) de 0.91 y efectividad de 2.90, Colón apenas ha otorgado un boleto en 40.1 entradas y ha ponchado a 34 hombres. Cinco de las seis salidas del derecho han sido de calidad.
El de Altamira, en el último año de su contrato y a semanas de cumplir 42 años, se convirtió con su triunfo del martes ante los Orioles en el primer lanzador en la historia en imponerse a un equipo lanzando con siete uniformes diferentes. Derrotó a Baltimore como miembro de los Indios, White Sox, Angelinos, Boston, Yanquis, Atléticos y Mets.
De momento, Colón no ha dicho que 2015 será su último curso.
Del otro lado de la Gran Manzana, es Pineda quien ha compensado la paciencia que hubo con él. Tiene 4-0, promedio de carreras limpias de 2.97, WHIP de 1.04 con 38 ponches y apenas tres boletos en 39.1 entradas trabajadas. Cuatro de sus seis apariciones han sido de calidad (al menos seis entradas con no más de tres vueltas permitidas).
Firmado en Yaguate por Patrick Guerrero para Seattle el mismo año que Colón ganó el Cy Young (2005), este liceísta que nunca se ha uniformado azul llegó a los Yanquis a principio de 2012 en una transacción en la que los Mulos tuvieron que desprenderse para entonces de dos joyas de su finca, el receptor venezolano Jesús Montero y el derecho criollo Héctor Noesí.
En los planes de la gerencia pinstripes el objetivo era crear un dúo temible integrado por Sabathia y Pineda.
Pero en los entrenamientos de ese año sufrió tendinitis que requirió operación, se perdió todo 2012 y fue en julio de 2013 que volvió a lanzar, en Triple A. En 2014 aterrizó finalmente en la rotación, pero utilizar una grasa para agarrar mejor las pelotas le costó una suspensión de 10 partidos en abril, mientras se preparaba en las menores sufrió dolencias en su espalda que lo sacó del equipo grande hasta agosto.
Su repertorio siempre ha estado ahí, en 76.1 entradas en 2014 tuvo marca de 5-5 con efectividad de 1.89 y WHIP de 0.83. Tras pagarle US$1 millón durante su recuperación, Pineda devenga esta campaña su primer salario de siete cifras (US$2,1 millones), pero no será agente libre hasta 2018.
El martes ante Toronto, Pineda trabajó ocho entradas por primera vez en su carrera ligamayorista, limitó a los Azulejos a cinco hits sin carrera y una base.