Beber demasiado alcohol hace a las personas más susceptibles a los trastornos de ansiedad
Los médicos han observado hace tiempo una relación entre el alcoholismo y los trastornos de ansiedad. Ahora, científicos norteamericanos han observado cómo el alcohol tiene un efecto negativo sobre el cerebro, una especie de reprogramación. De tal manera que beber demasiado alcohol nos hace más proclives a sufrir ansiedad.
El exceso de alcohol puede perjudicar el mecanismo de recuperación tras un traumaHan sido investigadores delInstituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y el Alcoholismo(NIAAA, por sus siglas en inglés) y el Centro Bowles para Estudios sobre el Alcohol de laUniversidad de Carolina del Norte (ambos en EE UU) los que han visto que el consumo excesivo de alcohol conlleva una especie de reprogramación del cerebro que hace al individuo más susceptible a padecer trastornos de ansiedad.
Su estudio en ratones, que publica Nature Neuroscience, ha revelado que el consumo excesivo de alcohol reconecta los circuitos del cerebro, haciendo más difícil que los alcohólicos se recuperen psicológicamente después de una experiencia traumática.
La ciencia ya había observado que las personas que beben en exceso tienen un riesgo mayor de eventos traumáticos, como accidentes de tráfico y la violencia doméstica.
Emociones descontroladas
La investigación muestra que el alcoholismo puede causar un déficit con respecto a la forma en que nuestros centros cerebrales cognitivos controlan nuestros centros emocionales en el cerebro.
Personas que beben en exceso tienen mayor riesgo de eventos traumáticosSegún sus autores, una historia de abuso de alcohol puedeperjudicar el mecanismo crítico de recuperación tras un trauma y, al hacerlo, pone a las personas en un mayor riesgo de sufrir trastorno de estrés postraumático.
Los científicos consideran que además de descubrir que el alcohol tiene efectos perjudiciales en un proceso emocional clínicamente importante, también muestran cómo el alcohol puede perturbar el funcionamiento de algunos circuitos cerebrales muy específicos.
Comprender la relación entre el alcohol y la ansiedad a nivel molecular podría ofrecer nuevas posibilidades para el desarrollo de fármacos que ayuden a los pacientes con trastornos de ansiedad que también tienen una historia de consumo excesivo de alcohol.