Bugs Bunny, el Correcaminos y el Pato Lucas entran en el museo en Nueva York
La obra de Chuck Jones, creador de Bugs Bunny, el Correcaminos y el Pato Lucas ingresa ahora en el Museo de la en Movimiento (MoMI) en la exposición más divertida del año en Nueva York. Hace un tiempo, Robin lo definió como el de la.
Cuando Chuck Jones murió en 2002 no dijo, como su personaje más célebre, aquello de “esto es amigos”, sino que dejó para la eternidad un legado, un sentido del humor y una manera de trabajar que quedan desglosados en esta exposición que se podrá ver en el museo de Queen entre el 19 de julio y el 19 de enero de 2015.
“¿Qué hay de nuevo, viejo?” es el título de la muestra, que ofrece algunos de los trabajos más famosos de Jones, radiografía el proceso creativo de todo su equipo y analiza la relevancia intelectual que se escondía detrás de su abordaje lúdico al arte de la animación.
En la presentación estuvo la hija y socia del artista, Linda Jones, quien apuntó que esta muestra quiere ser “inspiración para que cada uno explore su propia creatividad, no para que siga los pasos de mi padre”.
Esos pasos tuvieron membranas en 1937, cuando nació el Pato Lucas, o un año más tarde, fueron saltos de conejo, pues alumbró a Bugs Bunny, dentón y socarrón comiendo siempre zanahorias hasta en los momentos más críticos y que llegó a ser utilizado para recabar apoyos durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1949 alumbró por primera vez al Coyote y el Correcaminos, el arte del gag llevado al extremo. Y así, la fábrica de personajes de la Warner Bros. fue sumando nuevos miembros hasta crear toda una familia.
Fue capaz de hacer “metaanimación” en “Duck amuck”, donde Bugs Bunny dibujaba al Pato Lucas y jugaba a ir modificándolo como buen dibujante, y fuera de la factoría de los Looney Toones de la Warner, también hizo equipo con el Dr. Seuss y adaptó sus cuentos “Horton” y “El Grinch” o creó el corto animado con el que empezaba “Mrs. Doubtfire” ya a finales del siglo XX.
“Rehúye lo ordinario, desdeña los lugares comunes. Si tiene una decidida necesidad de algo, que sea lo inusual, lo esotérico, lo extraño, lo inesperado”, era su lema, y la exposición, pese a lo familiar de los personajes, también lleva al visitante por caminos muy sorprendentes, por miles de bocetos, por carteles promocionales y, por supuesto, por muchos vídeos.EFE