Cinco consejos para despertar feliz

Los colores y la energía

Abrir los ojos y tener cerca colores vistosos, permite la circulación de energía, desde el primer momento de su nuevo día. Colores como el rojo, naranja, amarillo o fucsia, juegan un papel importante en el subconsciente, ya que transmiten alegría y pasión.

Basta con tener una prenda para dormir de alguno de estos colores, un almohadón, flores, o por qué no, un desayuno colorido en el que además de alimentarse con buenos nutrientes, reciba toda la buena energía que desprenden.

Despertador para levantarse

No hay nada más molesto que escuchar cientos de veces el despertador sonar, mientras intentamos conciliar el sueño, por ello, un consejo que te damos es que programes tu reloj para que suene a la hora en que realmente te vas a levantar.

Escucharlo una y otra vez no te va a motivar a comenzar tú día, por el contrario te va a ser dar más sueño y pereza para activar. Además puede pasar que por escucharlo tantas veces, tu cerebro se acostumbre y no logres levantarte nunca, (nada recomendable cuando se tiene un compromiso).

Tomar agua

El agua siempre es bienvenida en nuestro cuerpo, tomar un vaso de agua a primera hora del día nos permitirá recuperar aquella que el cuerpo perdió durante la noche mientras dormíamos, y por tanto tendrá más energía para comenzar con la rutina diaria.

Energía solar

Nada mejor para despertar que ver cómo llegan a nuestro rostro los primeros rayos de luz, el sol es la principal fuente de energía de la tierra, a nosotros no sólo nos sirve para que nuestra piel adquiera los nutrientes necesarios para su perfecto estado, sino que además nos da la sensación de vitalidad indispensable para salir del sueño.

Masajes en el rostro

Siendo una de las partes del cuerpo más expuesta durante el día y donde se evidencia tanto el cansancio como la vitalidad con más fuerza, el rostro no solo debe reflejarse frente a un espejo, es conveniente para amanecer dispuestos a un día más de vida con la mejor actitud, regalarle un masaje a nuestro rostro, que lo relaje y lo disponga a despertar.