Vivir en pareja no siempre es fácil, de eso, no cabe duda. De hecho, el 69 % de los problemas maritales son «perpetuos». Es decir, pueden manejarse a través del diálogo pero no pueden «curarse». Por lo tanto, «la clave para mantener una relación de pareja sana es saber cómo gestionar los conflictos y para ello la inteligencia emocional es un gran aliado», sostiene Andrea Zambrano, coach y colaboradora de smartsalus.com. Ella habla de tres reglas para que tu relación resulte más saludable
Regla 1: Incrementar los mensajes positivos en la relación
Hay estudios que confirman que aquellos matrimonios que son estables tienen una proporción de cinco interacciones positivas por cada interacción negativa. «Cultivar el cariño, la admiración, el respeto y la amistad con tu pareja es de suma importancia», dice Zambrano. En este sentido, es clave conocer, compartir y preocuparse por el «mundo» del otro, «el día a día es más importante que una romántica con velas una vez a la semana».
Regla 2: Disminuir la negatividad
Para mantener una relación de pareja duradera y saludable de los puntos básicos es disminuir la negatividad. Es necesario evitar lo que el doctor Gottman llama «Los cuatro jinetes del Apocalipsis»: la culpa, la actitud defensiva, el desprecio y la actitud evasiva. La culpa tiene que ver con las críticas sobre el carácter y la personalidad de la pareja. «Hacer esto casi nunca ayuda a resolver el problema. Y culparse a uno mismo tampoco. Más que buscar culpables lo efectivo es buscar soluciones». Por otro lado, una actitud defensiva, en realidad es una forma de culpar al otro, «lo único que hace es agravar el conflicto», sostiene Zambrano. Del mismo modo, el desprecio es uno de los comportamientos más tóxicos para la relación. «El sarcasmo y el escepticismo son formas de desprecio. Lo mismo que el insulto, la burla, resoplar o el hostil. El desprecio aumenta siempre el conflicto». Por último, una persona evasiva tiende a actuar como si no le importara lo que el otro dice, como si no lo oyera, lo que es muy negativo para una relación saludable.
Regla 3: Incrementar el afecto positivo durante el conflicto
Una de las principales claves para alargar la unión entre los miembros de una pareja es aumentar el afecto positivo en el momento en el que se esté desarrollando el conflicto. En este sentido, Andrea Zambrano comenta «el afecto positivo se traduce en forma de miradas, sonrisas, sentido del humor, gestos de acercamiento, afecto, reconocimiento, etc». En líneas generales, hay que tener presente que lo importante no es tener razón. Tampoco lo son cada uno de los individuos de la relación, «lo importante en cualquier pareja es la relación en sí como ente independiente, porque ese es el contexto donde suceden los conflictos. Si la relación está bien, la pareja será mucho más capaz de superar los conflictos cotidianos»
Fuente: ABC.es / VIC