Cleveland gana el segundo ¡Lindor es grande!
Cuando el dominicano Edwin Encarnación abandonó el Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Americana en el primer inning por una lesión en el tobillo derecho, el capataz de los Indios, Terry Francona, temía que el golpe desanimara al equipo.
Para evitar que eso sucediera, Francona acudió a su enérgico campocorto, Francisco Lindor, y le pidió al boricua que se asegurara de que sus compañeros de equipo no bajaran la cabeza.
“Le dije, ‘Oye, no podemos actuar como si nos hubiesen dado un puñetazo en el estómago y nos dejaron sin aire’”, explicó Francona.
Lindor acató la petición de su manager.
“Me puse a dar vueltas, así como soy yo”, dijo Lindor. “Me fui de un lado al otro [del dugout], hablando con todo el mundo. Mejor dicho, no les estaba hablando, sino hablando conmigo mismo en voz alta para que me escucharan”.
En una noche en que el as Corey Kluber cedió seis carreras en 2.2 innings de labor, el entusiasmo que distingue a Lindor quizás le hizo más falta a la Tribu que de costumbre. Pero el mensaje más contundente que envió el boricua fue con el bate, en el sexto inning. Con los Indios abajo ante los Yankees por pizarra de 8-3, el puertorriqueño conectó un grand slam con dos outs para reducir el déficit a una carrera.
Cleveland terminó ganando el partido por 9-8 en 13 innings gracias a un batazo de oro del receptor brasileño Yan Gomes para tomar ventaja de 2-0 en la SDLA.
“Mirar a la fanaticada, la forma en que brincaban y gritaban, y luego mirar al dugout y ver a mis compañeros y la forma que celebraban el jonrón, fue un momento sumamente especial”, dijo Lindor acerca del cuadrangular.
Lindor se está creando fama de ser toda una potencia en la postemporada. El oriundo de Caguas bateó .310 con dos jonrones y seis remolcadas en 15 compromisos por Cleveland entre los playoffs y la Serie Mundial el año pasado.
“Son momentos con los que siempre soñaba cuando era chiquito y ahora que tengo la oportunidad de estar aquí y hacerlo, es una bendición”, dijo Lindor.
Pese a que tiene apenas 23 años de edad, Lindor ha demostrado dotes de líder, tanto en el terreno como con el bate.
“Su sabiduría va más allá de sus años”, dijo Francona acerca de Lindor. “Si yo tuviese su talento, también disfrutaría jugar. Se ve por qué lo apreciamos tanto”.