Cómo evitar los peligros del “sexting”
Las aplicaciones de mensajería instantánea tipo WhatsApp, Snapchat o Viber tienen, sin duda, numerosas virtudes. Han cambiado radicalmente la forma en la que las personas se comunican entre sí. Pero tienen una cara truculenta. En los últimos años, se ha extendido rápidamente entre los usuarios más jóvenes una tendencia que se ha venido a definir como «sexting». Consiste en el fenómeno de fotografiarse en actitud provocativa para enviar las imágenes a alguien de confianza, aunque los expertos en seguridad informática creen que esto puede tener consecuencias graves para los usuarios que lo practican.
«Los canales de comunicación de hoy en día permiten un intercambio rápido de imágenes o vídeos, provocando que muchos de estos datos pierdan su privacidad e incluso lleguen a manos de extraños», recoge un informe elaborado por la firma de seguridad Kaspersky Lab, en el que se hace hincapié que muchas de las víctimas «no son conscientes» de que esa información íntima «puede ser filtrada sin su consentimiento en internet», llegando incluso a publicarse en páginas web pornográficas. Los expertos van más allá y consideran que, en el peor de los casos, esos contenidos «pueden ser utilizados por ciberdelincuentes para chantajear a las víctimas».
El problema que deriva de todo esto -recoge el estudio- es que una de las consecuencias más graves del «sexting» es que los adolescentes se conviertan en objeto de acoso por parte de sus sus compañeros, la mayor preocupación para más de la mitad de los padres españoles. «Aunque los padres tengan conocimientos de internet y puedan ayudar a sus hijos en algunos aspectos, el comportamiento de los adultos con este medio es diferente al de los niños, el problema no es la falta de conocimientos tecnológicos sino la falta de información sobre la relación de los niños con las tecnologías, cómo utilizan las redes sociales, que riesgos corren, para que utilizan las tecnologías», señala en un comunicado Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky Lab Iberia.
Los expertos creen que, en caso de que esos contenidos finalmente se hagan públicos, es importante no comentar en redes sociales el problema porque atraerá mayor atención, así como ponerse en contacto con la plataforma para intentar que la empresa las elimine siempre y cuando las imágenes o vídeos sexuales se hayan publicado sin consentimiento de la persona. En caso contrario, se puede contactar con un abogado o la Policía o Guardia Civil.
Algunos consejos para evitarlo
1. No intercambies fotografías íntimas. Tampoco con extraños, aunque te insistan a hacerlo. Si no, es posible que esas imágenes se compartan en numerosas ocasiones, aunque solo sea porque el receptor quiera presumir.
2. No envíes contenidos privados para atraer la atención de otra persona. También es probable que comparta esas imágenes o vídeos solo por diversión.
3. No bromees con este tipo de imágenes o vídeos. Te traerá problemas.
4. No publiques fotos íntimas en las redes sociales. Siempre habrá alguien que las pueda usar en tu contra. Además, es necesario tener en cuenta la privacidad de los perfiles.