¿Cómo saber que te estás quedando dormido al volante?
Malestar físico o alteraciones en la vista o audición son los principales síntomas de fatiga entre los conductores.
Conocer los síntomas es la mejor herramienta para prevenir la fatiga. Así lo afirman la DGT y el RACE coincidiendo con el lanzamiento de la campaña «Un refresco, tu mejor combustible» junto a la Asociación de Bebidas Refrescantes, para evitar la fatiga y el cansancio al volante durante este verano.
Malestar físico, parpadeo constante, calambres, errores en la conducción, y problemas para percibir la situación del tráfico son algunas de las señales de alarma. La DGT recoge los síntomas más claros de fatiga al volante:
VISTA:
-Visión borrosa que genera problemas para enfocar objetos en el campo visual o disminución de la agudeza en la vista.
-Se aumentan el número y la duración de los parpadeosprovocando que tus ojos se cierren durante más tiempo, siendo un indicador claro de cansancio al volante.
-En el caso de fatiga elevada, pueden aparecer incluso ilusiones ópticas como brillos, luces, sombras o deformaciones en la carretera.
AUDICIÓN:
-La persona puede experimentar reacciones bruscas y exageradas ante algunos sonidos repentinos, como frenar bruscamente al oír el sonido de un claxon.
-La sensibilidad auditiva disminuye, lo que puede provocar distracción ante información sonora que te llega del tráfico y de tu propio vehículo.
SENSACIONES CORPORALES:
-pesadez, dolores de cabeza o migrañas, sensanciones de presión, dolores de espalda y nuca que incomodan la conducción o incluso aparecen hormigueos, picores y calambres en brazos y piernas.
MOVIMIENTOS:
-El conductor experimenta movimientos más lentos, menos precisos y eficaces. Disminuye el número de maniobras que realizas y aparecen indicadores claros y primarios de fatiga: cambios de postura con frecuencia, bostezos, estiramientos, acomodos en el asiento, movimientos de las manos o conductas lúdicas (cantar, silbar o juguetear con los dedos sobre el volante).
COMPORTAMIENTO:
-Aparece la desgana al volante conduciendo de una forma más automatizada y sin una concentración total.
-Asumes más riesgos y no eres tan crítico con tu forma de conducir. Pueden aparecer situaciones de ansiedad e irritabilidad al volante.
TOMA DE DECISIONES:
-Recoges información de menor cantidad y calidad sobre el ambiente debido a las alteraciones en la vista y en el oído descritas anteriormente.
-El conductor puede malinterpretar la información de tráfico tomando decisiones erróneas y peligrosas al volante.