¿Cómo se forman las playas?
Toda playa se forma porque en las orillas del mar comienza a depositarse arena y otros sedimentos que traen las olas y son empujados por el viento. Las playas no son eternas, están sujetas, como cualquier otro elemento de la naturaleza, a la influencia del medio ambiente. El clima, el viento, las mareas, ello favorece o no el crecimiento de tan hermosos lugares.
Las playas son de los lugares más apreciados en la naturaleza de nuestro planeta, desde sus arenas finas donde podemos caminar descalzos, hasta sus agradables aguas donde darse un buen chapuzón en el . Pero sería interesante saber cómo se forman las playas y de donde viene toda esa arena que vemos allí.
El origen de las playas y la influencia del medio ambiente
Toda playa se forma porque en las orillas del mar comienza a depositarse arena y otros sedimentos que traen las olas y son empujados por el viento. Tras una acumulación progresiva de mucho tiempo, se levanta ese lugar de ensueños, muchas veces rodeado de dunas.
Las playas no son eternas, están sujetas, como cualquier otro elemento de la naturaleza, a la influencia del medio ambiente. El clima, el viento, las mareas, todo ello favorece o no el crecimiento de tan hermosos lugares.
¿De dónde viene la arena?
Si las playas se forman por acumulación de arena, es que te preguntes la procedencia de esta última. La arena es un resultado de la erosión de las rocas y el arrecife coralino. El viento, el de los ríos, los glaciares congelándose y derritiéndose, todo ello afecta dichos elementos reduciéndolos a granos fino, generalmente de color claro. En los deltas se acumula mucho material de este tipo que es arrastrado al océano.
Por otra parte, en el lecho marino existen depósitos de animales y plantas acuáticas ya muertos. Las mareas pueden arrastrar todo esto hacia las costas, de manera que llegan a la orilla para quedarse
¿Cómo afectan los tipos de arena a las playas?
Existen diversos tipos de arena y estos afectan la formación de las playas, pues definen el nivel de adherencia entre las partículas, su humedad y su movimiento. Si los granos son muy finos, retienen más agua y pueden cohesionarse mucho más. Con ellos hacemos los famosos “castillos de arena”, pero es un material más estático.
Si los granos son redondos, su adherencia es mayor, retienen poca humedad y son móviles, esto es, pueden viajar más fácilmente. Por ello, pueden incluso llegar a formar dunas detrás de las playas. Los granos resultantes de la erosión de las rocas están compuestos básicamente de sílice, que no tiene color. Pero, al unirse con otros minerales, le dan tonos diversos a las playas, desde el amarillo habitual pasando por el rojizo, hasta llegar a las playas negras de basalto, de origen volcánico.
Ahora, cuando vayas a la playa, no olvides observar bien de cerca los granos de arena que allí se acumulan. En sus hombros recae la formación de tan maravillosos lugares que no debemos dejar de visitar en el verano.
Fuente: Ojo científico