Compañeros de San Luis recuerdan a Oscar Taveras
Sin proponérselo, todos hablaban de su sonrisa.
Según llegaron a los Cardenales de San Luis las noticias de la trágica muerte de Oscar Taveras en un accidente de tránsito el pasado domingo, aquellos que lo conocieron mejor hablaron de cómo recordarán a Taveras, por la pasión con la que él jugaba sus juegos y la contagiosa sonrisa que raras veces podía ser borrada. Compartieron historias sobre el jardinero de quien se tenía altas expectativas en el campo, pero también quien fue un querido compañero, de gran sentido del humor y de corazón, aun un niño.
“En estos momentos el béisbol parece estar lejos de ser importante”, dijo Matt Carpenter. “El tenia un gran personalidad y estaba realmente dispuesto a ser un buen jugador. Era muy amigable y accesible. Su partida es una de esas cosas que va a dejar un hueco. Va a ser difícil sobreponerse. Podías mirarlo como a un joven que iba a estar por mucho tiempo y que sería una parte grande de tu futuro. El entusiasmo y la alegría que él trajo, es algo que voy a recordar”.
Taveras y su novia que fue identificada como Jamaly Arvelo por ESPNDeportes.com, murieron en su país, la República Dominicana la tarde del domingo, solo días después de su regreso a casa tras terminar su primera temporada en las Mayores. El tenía 22, ella 18.
“Pienso por mí, que siempre pensaré en él como el jovencito que estaba emocionado de estar en las Mayores y quien estaba entusiasmado cada día en el parque y feliz de vivir su sueño” dijo Daniel Descalso. “El jugaba y se divertía haciéndolo. Siempre sabías que amaba lo que hacía”.
“Estamos consternados y profundamente entristecidos por la trágica perdida de uno de los mas jóvenes miembros de la familia de los Cardenales” dijo el presidente del equipo Bill DeWiit Jr. “Oscar era un sorprendente talento con un brillante futuro que fue tomado de nosotros a destiempo. Nuestras oraciones y pensamientos sean con su familia y amigos esta noche”.
Taveras hizo su debut en Grandes Ligas el 31 de mayo, anunciando su llegada con un jonrón en su segundo turno al bate, pero había sido parte de la familia de los Cardenales por mucho más tiempo. Fue firmado en la República Dominicana en 2008, Taveras escaló a través del sistema de los Cardenales con muchos de sus eventuales compañeros en las Grandes Ligas y llegó a conocer a otros durante sus años como participante del Entrenamiento de Primavera de Grandes Ligas.
El manager Mike Matheny que le ha pedido a sus jugadores y miembros del staff que se aferren a la idea de que son una familia, está devastado por la noticia. Imposibilitado emocionalmente para hablar en público el domingo, reveló un comunicado el lunes, en parte conmovido por cuan profundamente los Cardenales se preocupaban por Taveras.
“En mi opinión, la palabra “amor” es una de las palabras más usadas de forma incorrecta en el idioma inglés. No es popular para los hombres usar la palabra e incluso menos popular para los atletas. Pero, no hay mas palabra más precisa para como un grupo de hombres comparten una profunda y genuina preocupación uno por el otro. Amamos a Oscar y el nos amaba a nosotros. Eso es lo que hace este equipo, eso es lo que una familia hace. Serás extrañado, Oscar.
Jon Jay estaba entre los que más afinidad desarrollaron con Taveras, con quien pasó incontables horas trabajando en el campo mientras se amistaba con un jugador cuyo idioma compartían y cuya jornada el pudo apreciar.
“Siempre voy a recordar lo mucho que el disfrutaba el juego” dijo Jay. “Siempre verías su expresión ahí, su sonrisa. Es triste ver a alguien con tanto potencial dejarnos tan pronto”.
“Pero más que eso, voy a recordar al niño que tuvo sus batallas para llegar a las grandes ligas. Mi familia vino de Cuba y yo se lo duro que fue para mí llegar aquí y tener esta oportunidad. Para él fue realmente un duro camino, viniendo de la República Dominicana, para lograrlo desde donde vino hasta donde llegó, fue realmente especial, eso fue algo que yo entendí”.
Otros tuvieron sus propias historias personales:
Shelby Miller habló de los días en que se sentó al lado de Taveras en el dugout. Taveras trataría de enseñar al texano algunas frases de beisbol en español, mientras Miller le ayudaba a mejorar su inglés. “Nunca conocí a Oscar demasiado hasta que llegó a las grandes ligas, pero él fue siempre alguien que tenía una sonrisa en su cara”, dijo Miller. “Y yo amé al muchacho. El claramente tenía un raro talento y era un sorprendente jugador pero era mucho mejor persona”.
Mientras trataba de controlar sus emociones el domingo, Jason Motte encontró la forma de reírse de los momentos en que Taveras le jugaba bromas a su compañero novato Kolten Wong; sucedió al final de la temporada regular después de que Taveras se dio cuenta que Wong no entraría en la broma tonta de hacer que un compañero les tirara la bola después de atrapar el ultimo out del inning. El joven jardinero, como Motte recuerda, caminó hacia Wong y le dijo, “Tu cambias, tu cambias. Estás en las grandes ligas y tu cambias”
“Esta era solo una de las historias” dijo Motte. “El siempre estaba sonriendo. El definitivamente tenía mucho más hacia delante, va a ser muy duro, vamos a ver cómo nos movemos, pero va a ser duro, va a ser muy duro”.
Entre esos jugadores de los Cardenales que conocían más a Taveras, está su compañero de ligas menores Xavier Scruggs, quien supo de la muerte de su amigo, mientras jugaba pelota de invierno. Ambos hicieron sus debuts en las ligas Mayores en 2014. “No puedo creer que fuese tan bendecido de jugar con alguien con tan gran talento”, “Scruggs escribió un correo electrónico a MLB.com publicado completamente en http://langosch.mlblogs.com/”. Su abilidad en el campo de juego era casi irreal. Hay momentos en los que creí que no podría pero este juego fue tan fácil para él. Su fluidez como bateador era incomparable, su amor por el juego muy notable. Como compañero me maravillaba del hecho de que él estuviera sinceramente decepcionado cuando no era perfecto en sus jugadas. Para todos nosotros que sabemos que es imposible ser perfectos en este juego, sin embargo el encontró una forma de hacerlo tangible”.
Sus compañeros tienen también vívidas memorias de cómo Taveras finalizó su carrera trágicamente corta. Con la lluvia cayendo Taveras disparó un jonrón en su debut en las Mayores -“El literalmente abrió las nubes”- como describe Motte. El cuarto y último jonrón que batearía seria en su último juego en el Estadio Busch, empató el juego a 2 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
“Él tenía 22 años de edad, en las grandes ligas, y vislumbramos grandes cosas” dijo Descalso. “El era el tipo de hombre cuya sonrisa era contagiosa, podías darte cuenta fácilmente que el disfrutó en el campo y disfrutó jugar. Creo que todos vamos a recordar que su primer hit fuera un jonrón. Qué momento tan especial fue para él. Creo que todo el mundo estaba entusiasmado de ver lo que el futuro le aguardaba. Nos rompe el corazón saber que ya no podremos ver todo eso”.
Esta es la tercera tragedia que golpea a los Cardenales en 13 años, con Darryl Kile en 2002 y Josh Hancock en 2007 quien también murió mientras aun jugaba para la organización.
“Yo sencillamente no puedo creerlo” dijo el manager general de los Cardenales. “Conocí a Oscar la primera vez cuando el tenía 16 años y por siempre lo voy a recordar como un grandioso joven que fue un talentoso atleta con un contagioso amor por la vida quien vivió cada día al máximo”.
Su sonrisa dio todo eso.