Conociendo el juego de Stephen Curry más allá de los triples
Posiblemente al toparnos con el #30 de los Golden State Warriors la visualización inmediata es verlo tomar un tiro desde el arco de los tres puntos, algo razonable frente al jugador con más canastos de tres anotados en la historia de temporada regular y playoffs de la NBA.
Aunque bien sea una posición aceptable, realmente resulta en una apreciación vaga y que se queda muy corta de la alta dimensión de Stephen Curry sobre la cancha en el mejor baloncesto del mundo.
Curry inició la temporada del 2021-22 a sus 33 años de edad, marcando una nueva etapa tanto para él como para los Warriors, equipo que finalizaba un breve camino de reestructuración con la meta inmediata de ser competitivos, evidenciando el crecimiento dentro del esquema de figuras como Andrew Wiggings o Jordan Poole, además del regreso a la duela luego de dos años de ausencia de Klay Thompson.
El rol de Steph desde el inicio era algo obvio, quien convertido en un veterano en cuerpo y alma, evidentemente sería la figura de mayor estelaridad dentro de todo el sistema dirigido por Steve Kerr.
Cumpliendo a la perfección con dicho rol, registró en la temporada regular un USG de 30.8%, quinta mayor marca para él en una campaña en sus 13 años en la liga, como representación del porcentaje de jugadas del equipo en las que estuvo involucrado el jugador en su tiempo dentro de la cancha.
Para los playoffs obviamente que, la responsabilidad sobre el equipo en los hombros del nativo de Ohio se intensificó, registrando en todo el trayecto de la postemporada un USG de 31.8%, año que positivamente termina con el campeonato para Golden State, simbolizando así el cuarto anillo de campeonato para Curry, además de una nueva pieza en sus palmarés con el premio al MVP de las Finales.
Stephen Curry sencillamente es el motor dentro de todo el sistema que hace funcionar a los Warriors, relación con un inicio que se remonta a varios años hacia atrás, misma que no parece apuntar a cambio alguno al menos en lo que concierne al futuro inmediato.
Un artista en cuerpo de jugador de baloncesto
Curry es un recolector nato, quien se aprovecha de su “gravity” al ser defendido por varios jugadores a la misma vez, para así encontrar a un compañero abierto que haga un disparo al aro, o como también, dirigir un pase, recuperar rápidamente y enchufar el balón en la canasto en solo segundos, esto luego de fingir frente al rival parecer desinteresado de tener la pelota en sus manos.
Asimismo, le da vida en carne propia a lo que ser un “maestro de las fintas” se refiere, quién puede amagar hacia el aro, haciendo al defensa saltar, quitárselo de encima y, luego dar un paso al costado y encestar la pelota… igual puede hacer lo mismo, aunque cuando su defensor intenta ir tras su rastro, luego de picar la pelota en cambio de dirección, se encontraría con otro jugador de los Warriors en cortina, mientras ve al #30 prender en fuego la malla.
El juego ofensivo de Curry es inagotable, incluso siendo efectivo con o sin el balón en sus manos, lo que para referencia el solo mencionar sus habilidades de enceste, nos quedamos muy cortos, pese a que también sea algo válido… de pick siete en el draft del 2009, hasta lo que hoy es una carrera legendaria en la figura de un ganador nato.