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Costumbres y juegos de antaño y el presente
Posted On 14 Dic 2014
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Es notable cómo al pasar de los años, aquellos juegos inocentes que practicábamos en nuestra juventud, han sido casi olvidados por no escribir la palabra desaparecidos. Anteriormente, era muy extraño no encontrarse con pasatiempos hoy completamente en desuso, los cuales se practicaban mayormente en las escuelas.
Creen ustedes que hay niños hoy que jueguen al taquito. Lo interesante sería saber si, además, se acuerdan del trompo y su cuerda en boca; las bellugas o canicas; las postalitas; el cuchillo tijera u ojo de buey; el topao; mano caliente; la latica; pelea de gallitos con los estambres del flamboyán; la carrera de barquitos en las cunetas, las chichiguas con lajas en la cola, el trúcamelo, el escondite, Yacs (coje uno y deja dos), la candelita, yo-yo, el fufú, la vitilla, musa tataramusa, pico y tejinco, el hula hula, la cortina del palacio, la gallinita ciega, matarile, brinca la tablita, pisa colá, saltar la cuerda, la gomita, carrera de sacos y el sofisticado ensarte de cintas y argollas a caballo en las fiestas patronales.
Los juegos que resultaban más fatigantes por el esfuerzo vigoroso que había que desplegar eran: policías y bandidos; indios y vaqueros y uno que se puso de moda luego de abrirse la cancha de polo en Bella Vista: el polo en bicicleta, en donde llevaban ventaja aquellas de ruedas anchas y sin retroceso en los pedales.
Hemos perdido nuestras costumbres tradicionales por la invasión de foráneas que alegremente han aceptado los plagiadores o imitadores que creen que están como dicen los “jevitos” “in”. Ahora, en lugar de los juegos infantiles clásicos, ha hecho aparición el nintendo y su clásico Mario; además de otros juegos de video y artefactos electrónicos en donde en los teléfonos inteligentes se “chatea”, se utiliza el whatsapp, face time, tango, You Tube, skype y demás aplicaciones que cuelgan en la red y que utilizan el internet como plataforma.
Las prácticas cristianas han sido relegadas a un segundo plano. En Navidad, el que trae los juguetes y los regalos se denomina Papá Noel o Santa Claus, descartando los antiguos Reyes Magos que hacían la alegría de la chiquillada el día 6 de enero.
Los que no recibían nada en esa fecha, todavía tenían la esperanza de que la Vieja Belén, que siempre andaba con retraso, les dejara algún regalo, generalmente de poca monta y que no tenía ninguna conexión con la carta con los pedidos que se le habían solicitado a los monarcas que venían de Oriente y a los cuales se les dejaba debajo de la cama, montones de hierba para los camellos y cigarrillos para ellos.
De dónde ha salido que los dominicanos celebren el Día de Acción de Gracias el último jueves de noviembre. Que sepamos, en nuestro país no llegó ningún peregrino por lo cual ese día no debemos sacrificar masivamente los pavos.
Sin embargo, el San Andrés el 30 de noviembre pasa desapercibido y creo que todavía está prohibido tirar polvo o almidón a las personas, luego que en las calles Danae con Santiago un grupo de muchachos –en los cuales me encontraba– le tiramos polvos, sin apercibirnos del personaje que se trataba, ya que se trasladaba en un vehículo sin escolta al “Generalísimo” Trujillo, quien hacía esquina a una damisela muy bonita en el vecindario. Cuando se desmontó, sacudiéndose el polvo blanco de almidón de su uniforme y nos dimos cuenta quién era el pasajero, el grito al unísono fue:
“El Jefe” y nos desbandamos. La persecución en nuestra contra duró varios días y el resultado fue que la policía apresó a dos jovencitos inocentes: Cuquillo Pérez y Federico Tulio Arvelo, los cuales fueron enviados por varios días al Albergue de Menores.
Ya anteriormente hemos escrito sobre el Halloween, la fiesta pagana en la cual los niños salen disfrazados a pedir dulces y otras golosinas en las casas del barrio. Que sepamos, esta celebración –que han adoptado los lambones–, no tenía en el pasado la presencia que tiene en estos momentos en la cual los niños y hasta los mayores se regodean con este mito y adornan patios y casas con brujas y demás objetos fantasmagóricos.
Nuestras tradiciones se han ido perdiendo paulatinamente y creemos que por siempre jamás, ya que los videos, x-box, nintendos y otros pasatiempos electrónicos volverán una realidad intangible la canción popular que expresa: “Plátano maduro no vuelve a verde”.
Por JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS (Fuente)