Cuatro errores fatales que cometes antes de las 9 de la mañana
Madrugar suele resultar desagradable, especialmente para quienes están obligados a hacerlo a diario. Por ese motivo, si no tenemos más remedio que levantarnos temprano, es fundamental establecer una rutina saludable que nos ayude a reducir el impacto negativo de los madrugones. En el blogThrive Market han publicado un interesante análisis de varios errores que muchos de nosotros cometemos nada más comenzar nuestra jornada… y lo que es más importante, algunas ideas para combatirlos.
Primer patinazo de la mañana: aplazar la alarma hasta el último momento posible. Nos referimos a esos ‘cinco minutos más’ que se convierten en diez, quince o hasta una hora. Aunque remolonear ese ratito te sepa a gloria, está demostrado que esos minutos de sueño no son de buena calidad; y además, la costumbre de ir retrasando la alarma afecta negativamente a nuestro ritmo circadiano. Lo idóneo sería que, en lugar de poner el despertador a las 7 y apagarlo cada pocos minutos para levantarnos realmente a las 8, lo programemos directamente para las 8 y evitemos los aplazamientos.
Otro error habitual es el de saltarse el desayuno, reduciéndolo a un solitario café. Pero el consumo de cafeína sin acompañamiento, especialmente en estados de estrés, incrementa la producción de la hormona cortisol. Esto hace que aumente la grasa localizada en nuestro vientre y empeoren las funciones cognitivas e inmunológicas de nuestro organismo. De manera que cuando te saltas el desayuno para perder peso, lo que consigues es exactamente lo contrario. Busca un menú atractivo, rápido y ligero si quieres, pero que te aporte energías para arrancar el día con fuerza.
Una de las malas costumbres más frecuentes es consultar el móvil en la cama. Hacerlo antes de dormir puede causar ansiedad e incluso insomnio; hacerlo nada más despertar es síntoma de poca organización, cosa que acaba conduciendo al estrés y los nervios. En lugar de echar un vistazo a Facebook, Twitter e Instagram antes de poner los pies en el suelo, dedica diez minutos a meditar y respirar profundamente. Hay estudios que han probado que este sencillo hábito mejorará tu capacidad de concentración y favorecerá que tengas una actitud optimista durante el día.
Por último, un error que solemos cometer con la mejor de las intenciones:‘robar’ horas al sueño para hacer ejercicio. Hay quien duerme menos de 6 horas para ir al gimnasio o para salir a correr temprano. Por una vez no pasa nada, pero si lo tomas por costumbre estarás cultivando una práctica contraproducente. Por mucho deporte que hagas, perderás equilibrio y fuerza y tus músculos no tendrán tiempo de recuperarse entre entrenamiento y entrenamiento. Es preferible que de vez en cuando renuncies al ejercicio para dormir cuanto necesites.