CUPID, el drone policial que impartirá justicia enviando 80.000 voltios por tu esqueleto (vídeo)
Los drones de vigilancia urbana utilizados por la policía dejaron de ser una novedad hace años, así que solo era cuestión de tiempo que alguien les diera una pistola para hacer juego con la placa. Un primer intento para crear un UAV policial armado es el CUPID, o Chaotic Unmanned Personal Intercept Drone, un aparato presentado en el festival multimedia SXSW que tiene que ver muy poco con los mofletudos querubines que pintaba Murillo. Por ahora es un prototipo, pero podría ser convertido en un producto comercial sin gran esfuerzo si algún departamento de policia mostrara interés en él.
Desarrollado por las inquietas mentes de Chaotic Moon, el mismo estudio que hace poco nos dejó boquiabiertos (por más de un motivo) con su mesa interactiva para Pizza Hut, CUPID es un prototipo de vehículo aéreo no tripulado que consta de un hexacóptero Tarot equipado con un sistema de incapacitación eléctrico Phazzer Dragon, capaz de lanzar descargas de 80.000 voltios para aturdir a delincuentes antes siquiera de que los agentes se bajen de sus coches.
Aunque teóricamente CUPID podría ser programado para patrullar las calles más oscuras de tu ciudad inmovilizar a los sospechosos mientras llega la policía al lugar de los hechos, por cuestiones legales su manejo ha de ser controlado en todo momento por dos seres humanos: el primero de ellos ejerce de piloto, mientras que el segundo tiene por misión activar la pistola aturdidora instalada. Una cámara digital SLR se encarga de capturar fotos estáticas y vídeo como evidencia y para hace posible su control a distancia. y ejercer de juez Dredd e
Chaotic Moon, deseosa de mostrar la validez de CUPID, ofreció una demostración en vivo a nuestros compañeros de la edición en inglés de Engadget sus oficinas de Austin, Texas. Jackson Sheehan, un intrépido becario muy seguro de sí mismo (o con muy poco talento) hizo las veces de sujeto de pruebas tras ser sometido a un examen médico para evitar riesgos y rellenar toda la documentación necesaria. El test no duró demasiado; cinco segundos fue todo lo que CUPID necesitó para clavar sus flechas de alto voltaje en Sheehan, que terminó besando las colchonetas con la delicadeza de un saco de cemento. Así es la vida de los becarios en Chatic Moon.