Como hijo de un pastor de una iglesia pentecostal, Denzel tuvo algunos problemas para entender el trabajo de su padre. “Él no era un tirano, pero había ciertas cosas que no podía hacer. Él tenía su propia iglesia, y los domingos eran largos, porque tenía que estar allí todo el día”, recuerda.
En la adolescencia él llegó a cuestionar su fe, pero la figura de su padre fue un espejo para reafirmar sus valores morales espirituales. “Muchos amigos no tenían padre. Tuve un padre. Mi padre era un hombre decente. Él era un hombre muy espiritual y un caballero”.
Fue a los 20 años de edad, que Denzel Washington tuvo una experiencia con el Espíritu Santo. “El ministro estaba predicando ‘déjalo actuar’”, recuerda. Así que él accedió a que actuara el Espíritu por lo que comenzó a sentir la presencia del Señor de una manera que lo dejó asustado.
“Yo estaba babeando, llorando, sudando. Mis mejillas explotaron.
Me estaba liberando. Fue muy intenso”.
Después de la experiencia el actor decidió llamar a su madre para tratar de entender lo que había pasado. “Llamé a mi mamá, y ella me dijo que había sido lleno del Espíritu Santo”, dijo el actor.
Sin dejar de hablar acerca de su relación con Dios, el actor estadounidense mencionó que lee la Biblia todos los días, además que su rutina espiritual es arrodillarse y orar siempre.
“Pongo las zapatillas debajo de la cama. Así que cuando te levantas por la mañana, tendrás que ponerte de rodillas para encontrarlas. Y una vez que estás allí, empiezas el día con una oración. Pida sabiduría. Pida entendimiento “, dijo Denzel.