Desarrollan súper computadora para detectar la enfermedad Parkinson
El Parkinson es una enfermedad devastadora para aquellos que viven con ella, ya que todavía no tiene cura. El diagnóstico puede ser lento y no existe ningún tipo de análisis de sangre para detectarla. Sin embargo, el matemático Max Little ha diseñado un sistema no invasivo y barato que espera ofrezca una nueva vía para detectar este mal.
Little descubrió que los síntomas del Parkinson pueden detectarse con algoritmos de computadora que analizan grabaciones de voz. De hecho, con su programa informático de reconocimiento de voz fue capaz de detectar a aquellos afectados de Parkinson con una precisión del 86%.
El matemático presentará su invento durante las conferencias del TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño) que dan comienzo este martes en Edimburgo, en Escocia. Little se interesó por el análisis de la voz desde una perspectiva matemática cuando estudiaba su doctorado en la Universidad de Oxford en 2003.
“Estaba buscando una aplicación práctica y la hallé en el análisis de anomalías de la voz, por ejemplo, cuando a alguien se le queda ronco por usarla demasiado o tras una cirugía de las cuerdas vocales”, explicó a la BBC.
“No se me ocurrió en aquel momento que la gente con Parkinson y otros problemas de movimiento pudieran ser detectados con el sistema”.
No obstante, un encuentro casual con un empleado de Intel cambió su perspectiva.
A Andy Grove, exdirector ejecutivo y cofundador de Intel, le diagnosticaron Parkinson en 2000, y desde entonces ha invertido millones de su propia fortuna personal en financiar investigaciones sobre esta enfermedad.
Esto incluye fondos para un fabricante de chips con el fin de desarrollar sus propios proyectos de detección de síntomas.
“Usaban aparatos para analizar la destreza de los acelerómetros y también grabaron las voces de unos 50 pacientes con Parkinson”, explicó Little.
Los registros eran muy detallados, ya que el equipo grabó a los pacientes una vez por semana durante un periodo de seis meses.
“Tenían una gran cantidad de datos pero todavía no sabían qué hacer con ellos. Así que nos preguntamos si mi técnica daría resultado”.
“Establecieron una prueba a ciegas para ver si podía decirles quienes tenían Parkinson. Las técnicas que desarrollé tuvieron un 86% de efectividad”.
El sistema “aprende” a detectar distintos patrones de voz. “Recolectamos una gran cantidad de datos cuando sabemos si alguien tiene o no la enfermedad y entrenamos a la base de datos para que aprenda a separar los verdaderos síntomas de otros factores”.
Los patrones de voz pueden cambiar por una serie de razones, incluyendo la cirugía de garganta, el ser fumador empedernido e incluso cuando se tiene un resfriado común.
Pero Little cree que el programa es lo suficientemente inteligente como para distinguir la diferencia.
“No es sólo escuchar el temblor en la voz. Este temblor tiene que estar vinculado al contexto, a otras mediciones, y el sistema tiene que tener estos factores en cuenta, como por ejemplo, cuando alguien ha estado resfriado”.
Little ahora está a la búsqueda de voluntarios que contribuyan a completar su gran banco de voces y así ayudarle a que el programa aprenda incluso más.
Su objetivo es recopilar 10.000 voces, por lo que ha creado líneas telefónicas en 10 países de todo el mundo.
Todo el mundo puede llamar y avisar si han sido o no diagnosticados con la enfermedad.
“Cuanta más gente llame, mejor”, explicó. “Si conseguimos 10.000 registros estaremos muy felices, pero incluso una décima parte de eso sería genial”.
Ensayos clínicos
Little espera que la tecnología esté disponible en los próximos dos años.
“No estamos tratando de sustituir a los expertos clínicos, sino que puede ser una forma barata de ayudar a la gente que esté en alto riesgo de padecer la enfermedad. Y para aquellos con la enfermedad, puede aportar datos sobre cómo los síntomas cambian entre las distintas revisiones con neurólogos”, apuntó.
Por otra parte, la tecnología también podría abrirse un hueco en ensayos clínicos.
“La tecnología facilita el que la gente pueda analizar su progreso cuando, por ejemplo, se prueba una nueva droga”.
“Si se atrapa la enfermedad a tiempo puede haber una gran diferencia en cuanto a los costos para el sistema de salud. Podría ser la clave a la hora de reducir el gasto en el sistema público de salud”, señala.