Dime cómo bailas y te diré si te puedes quedar embarazada
En lugar de los métodos que indican la fase de ovulación o la clásica cuenta de la vieja para saber cuáles son los días fértiles, las parejas podrían tener una nueva curiosa forma de averiguar cuándo tener relaciones sexuales si se pretende conseguir descendencia. Un pequeño estudio publicado recientemente en la revista ‘Personality and Individual Differences’ afirma que las mujeres que se encuentran en la fase fértil de su ciclo menstrual son percibidas, cuando bailan, como más atractivas que si no están ovulando.
El trabajo ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Góttingen en Alemania y sugiere que la fertilidad podría no estar tan oculta en los humanos como se sospechaba hasta la fecha. “Los cambios son sutiles y las mujeres no suelen ser conscientes de ellos. Sin embargo, los hombres parecen derivar información sobre el estatus de fertilidad de la mujer de estos movimientos”, indicó el autor a la web LiveScience.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores dirigidos por Bernhard Fin, del Departamento de Sociobiología y Antropología de la citada universidad alemana estudiaron a una muestra de 48 mujeres de entre 19 y 33 años, a las que pidieron bailar la misma música, con sonido predominante de batería.
Previamente, los autores habían establecido el momento del ciclo menstrual en el que se encontraban las participantes. A continuación se enseñó a unos doscientos varones, la mayoría estudiantes de la universidad, las siluetas de las participantes, a las que se había retirado el pelo y vestido con el mismo atuendo (para reducir las diferencias entre ellas).
Los hombres participantes ni siquiera sabían que el estudio tenía relación con la fertilidad, porque la pregunta a la que tenían que responder es qué mujeres les parecían más atractivas. El resultado de la investigación desveló que fueron precisamente las mujeres en su momento álgido de ovulación las que obtuvieron unas puntuaciones más altas por parte de sus congéneres masculinos.
Los autores sospechan que las fluctuaciones en los niveles de estrógenos, que pueden afectar a los músculos, los ligamentos y la fuerza en el tendón, son las responsable de que las mujeres se muevan distinto según su fertilidad, según explican en la revista.
Más allá, consideran que esta sería una evolución de los humanos con respecto a las hembras de otros mamíferos que, en sus momentos fértiles, se acercan más a los machos buscando la cópula.