El Asombroso Puente Moisés en Holanda
Hay en Holanda una peculiar obra arquitectónica que arranca el asombro a todo el que la conoce. Se trata del Puente Moisés, un fabuloso puente de madera que “abre las aguas” en dos para dejar pasar a los visitantes del fuerte de Roovere en la región de West Brabant en Holanda.
El fuerte de Roovere fue construido alrededor del siglo XVI para proteger las tierras de invasiones francesas y españolas y permaneció aislado durante mucho tiempo, con el único acceso a través del foso en sus alrededores. Tras la toma de sitio por parte de Francia entre 1740 y 1748, el fuerte fue abandonado, hasta que en 2010 se inició un proceso de remodelación y rescate que incluyó la construcción del ya famoso Puente Moisés.
El objetivo del puente, es ofrecer una vía de acceso a los miles de visitantes que cada año se aventuran entre las aguas del foso para llegar al histórico fuerte militar. De acuerdo con el arquitecto Ad Kil, que dirigió la construcción del puente, hacerlo era un desafío, pues construir un puente en la zona, arruinaría el exuberante paisaje natural, además el equipo tenía muy poco tiempo para desarrollar una idea factible y llevarla a cabo, durante la remodelación del fuerte de Roovere.
Sin embargo “como las mejores ideas llegan rápido” según Kil, diseñaron un puente hundido que fuera “casi invisible” y que facilitara el acceso a los transeúntes literalmente “a través del agua”. ¿El resultado? El impresionante puente Moisés, bautizado así, porque como el profeta hebreo “parte las aguas” para pasar por ellas.
El puente está hecho en madera de Accoya con certificaciones FSC y PECF, esta madera tiene la garantía de durabilidad y resistencia a los hongos del agua. Ad Kil, indica en un reportaje realizado para una televisora holandesa, que el puente es completamente de madera y que no corre riesgos de inundación por crecimiento de las aguas, pues cuenta con un dispositivo de nivel en sus bordes, hecho para este fin. Aunque aclara, que en lluvias fuertes, el “canal” que constituye el puente se inunda, sin embargo existe una válvula de escape en su interior. Puede pasar también que en ocasión de lluvia el viento pueda arrastrar agua hacia dentro, pero nada que represente peligro.
El puente inicia sobre una meseta alta y desciende en declive hacia el agua, donde su profundidad es mayor; pero gana nivel hacia el otro extremo del foso para acabar en las áreas circundantes al fuerte de Roovere. Obras como estas, demuestran el gran avance e impresionismo de la arquitectura contemporánea, que no solo cumple con misiones establecidas sino que las logra con efectos sobrecogedores.