El declive del SMS
El auge de los smartphones y el éxito de servicios de mensajería instantánea comoWhatsApp, iMessage, Viber o Blackberry Messenger, han desplazado al tradicional mensaje de texto, que se encamina a ser una forma de comunicación del pasado.
La progresiva implantación de la navegación móvil por internet (el 3G) y el apogeo en el desarrollo de centenares de aplicaciones de mensajería instantánea, que permiten a los usuarios de estas redes conectarse entre sí sin tener que pagar cada vez que utilicen estos servicios, van camino a destronar a los SMS como forma de comunicación preferida.
La gratuidad -en ocasiones hay que pagar por descargar la aplicación, pero la transmisión de datos no tiene costo- y la facilidad con que pueden utilizarse son los atractivos principales de estos servicios.
“Las aplicaciones y los servicios de mensajería gratuitos como Blackberry Messenger, WhatsApp y chats online como los de Facebook han estado corroyendo los ingresos por mensajes de texto de las operadoras móviles”, ha explicado la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU).
El organismo internacional ha sostenido que las operadoras cada vez sufren una “mayor presión” por este fenómeno: en 2011 dejaron de ingresar 10.000 millones de dólaresy se estima que esas pérdidas se profundicen en 2012.
Además, afirmó que, según las previsiones de los analistas, la tendencia no se corregirá al alza si las compañías telefónicas no diseñan mejores estrategias.
Un universo de apps
Existen decenas de aplicaciones similares, pero la más popular es WhatsApp, compatible con los sistemas operativos Android, iOS, Blackberry, Windows Phone y Symbian.
Además de chatear con los contactos conectados a WhatsApp, se pueden enviar imágenes, videos y archivos de audio, publicar la ubicación en la que se encuentra el usuario y describir su estado.
A diferencia de otras aplicaciones populares, WhatsApp cobra a sus usuarios luego del primer año de uso, ya que no depende de la publicidad.
El ascenso de WhatsApp fue vertiginoso: en el mundo, la aplicación gestionaba 1.000 millones de mensajes al día en octubre de 2011, dos años después de su lanzamiento. Cuatro meses más tarde, había alcanzado los 2.000 millones al día.
Sin embargo, Brian Acton, cofundador de WhatsApp, no cree que su aplicación sea una amenaza para los operadores telefónicos y los ingresos que ellos reciben por el envío de mensajes de texto.
En ese sentido, el ejecutivo señaló que están ayudando a los operadores a que sus clientes se cambien a paquetes de datos que, a largo plazo, podrían hacer más rentables sus compañías.
Otros servicios de mensajería similares son Group Me (ahora propiedad de Skype), Blackberry Messenger y iMessage (sólo para iOS).
Samsung también ha querido sumarse a esta moda efervescente y ha desarrollado ChatON, compatible con todos los sistemas operativos móviles y también con los navegadores de internet.
La apuesta de la compañía surcoreana añade a la mensajería instantánea convencional comunicaciones con contenidos multimedia y animados, calendario y ubicación de los usuarios.
Las redes sociales se suman al cambio
Las distintas plataformas sociales también buscan aprovechar este momento de cambio en el mercado de mensajería.
Facebook tiene una aplicación que permite mandar mensajes cortos de texto a los dispositivos móviles de Apple y aquellos que funcionan con el sistema operativo de Google (Android), lo que supone a efectos prácticos una extensión de su chat hacia los teléfonos inteligentes.
Con tan solo ingresar su nombre de usuario de Facebook, el propietario del teléfono puede conversar tanto con sus contactos de la red social como con los del móvil, ya sea de forma individual o en grupos, y también enviar imágenes e indicar su ubicación.
Por su parte, Google+ cuenta con Messenger, que permite chatear desde el móvil con los contactos de la red social, ya sea en grupo o con una única persona.