El dolor sigue siendo un problema mal manejado
Millones de personas sufren dolor y muchas de ellas no consiguen controlarlo. A pesar de la evolución en los tratamientos y en el conocimiento de la génesis de este síntoma, los médicos no pueden aliviar el sufrimiento de todos estos pacientes. Una serie de artículos publicados en ‘The Lancet’ analiza en qué situación se encuentra el manejo del dolor.
Las cifras hablan claro: el 20% de la población mundial sufre algún grado de dolor crónico y rara vez dan con el remedio adecuado para controlarlo, hasta un 75% de los pacientes quirúrgicos de EEUU no recibe la terapia adecuada para aliviar este síntoma así como el 43% de los que sufren dolor como consecuencia de un cáncer.
Datos que ‘dan que pensar’
“Para la mayor parte de los afectados, la presencia de dolor crónico compromete todos los aspectos de su vida y de las vidas de sus seres queridos”, explica uno de los artículos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 20% de la población mundial sufre este problema.
Aunque se trata de un trastorno muy común, las personas que lo padecen “continuarán sufriendo en un futuro inmediato algún grado de dolor independientemente de los tratamientos que reciban”, subrayan los autores, procedentes del Departamento de Anestesiología y Medicina del Dolor de la Universidad de Washington (EEUU).
En su estudio, analizan las opciones terapéuticas más populares para el manejo del dolor crónico y concluyen que, “por sí misma, ninguna de ellas es suficiente para eliminar el dolor y para tener un efecto notable en la función física y emocional de los pacientes”.
“Los resultados presentados dan que pensar”, insisten. “Existe una gran necesidad de ir más allá de si una terapia es eficaz y preguntarse qué tratamientos son útiles, para qué pacientes, con qué resultados y en qué circunstancias”.
Dolor que compromete la recuperación
Otra de las formas más frecuentes de dolor es el que aparece después de una intervención quirúrgica. Muchas operaciones frecuentes, como las mastectomías, toracotomías, la reparación de hernias o las cirugías cardiacas causan lo que se conoce como dolor postoperatorio persistente en un 30% de los pacientes.
“A pesar de la introducción de nuevas guías y principios terapéuticos y de los esfuerzos educativos, los datos recogidos por todo el mundo sugieren que el dolor postoperatorio sigue estando mal abordado“, señala otro de los artículos de la serie, elaborado por expertos de la Universidad Johns Hopkins (EEUU).
La falta de progresos en el manejo de este problema se debe, según los autores, a diversas causas. Aunque han surgido varias alternativas que parecen dar buenos resultados, especialmente la analgesia regional (como la epidural), asociadas con menor dolor, movilidad temprana y hospitalizaciones más cortas.
Un sufrimiento innecesario
Una de las muchas adversidades a las que se enfrentan los pacientes oncológicos es el dolor. La presencia de este síntoma varía en función del tipo de cáncer y la extensión, además de otros factores, y oscila entre el 15% y el 75% en los tumores sólidos.
En estos pacientes, “el dolor es rara vez un problema aislado”, destaca el último trabajo. Y por este motivo su abordaje no se debe realizar sin tener en cuenta la fotografía general.
“Los esfuerzos para mitigar el dolor son bienvenidos, pero no mejorarán adecuadamente la calidad de vida o reducirán el sufrimiento si se aplican ignorando todas las preocupaciones del paciente asociadas con una enfermedad grave que amenaza su vida”, señala el autor, procedente del Centro Médico Beth Israel (EEUU).
La solución sería, según el artículo, introducir los cuidados paliativos -tradicionalmente utilizados en los últimos momentos de la vida- en el manejo del paciente oncológico desde el momento del diagnóstico. Con ellos, concluye, “existe una creciente esperanza de que estos enfermos puedan vivir el cáncer con el mínimo sufrimiento”.
fuente: www.diariosalud.net