El dominicano consume demasiada “sopita”, segun reporte
La condimentación adecuada de los alimentos es un elemento de vital importancia en los hábitos del consumo, más en un país como República Dominicana, donde se come en abundancia y se exige buen sabor para cualquier preparación culinaria. La competencia es agresiva entre los productores de uno de los condimentos más demandados en los hogares del país: los cubitos de pollo, también conocidos como “sopitas”.
En República Dominicana se consumen alrededor de 6,000 toneladas anual de cubitos de pollo, lo que convierte a esta nación en la segunda mayor consumidora per cápita mundial de “sopitas”, sólo superada por algunas ciudades de África.
El mercado de las “sopitas” es prácticamente dominado por dos marcas: Doña Gallina y Maggi, mientras que Knorr, con menos participación, tiene un gran dominio entre los consumidores de la región Sur del país.
Doña Gallina: conquista el mercado con alta porción
Quala Internacional es la matriz de la empresa de igual nombre que produce y distribuye la marca de “sopitas” Doña Gallina.
Se estima que esta marca controla en 49% del mercado local, aunque en las promociones publicitarias, tanto ésta como su principal competidora, Maggi, aseguran tener más de 60% del mercado.
Quala Internacional es una empresa colombiana especializada en bienes de consumo masivo, con 32 productos en su carpeta de ofertas. Tiene presencia en diversos países de América Latina.
Su mayor participación en el mercado dominicano se atribuye a la calidad de su producto de cubos de caldo de pollo Doña Gallina, pero también a su agresiva publicidad en los medios y programas de mayor rating entre las personas que más lo demandan, especialmente amas de casa.
La mayor inversión en promoción de estos productos se registra en los horarios de transmisión de telenovelas. ¿La razón? Las telenovelas son vistas mayormente por amas de casa de clase media y baja, y esas amas de casa son las que cocinan.
La venta de “sopitas” es masiva tanto en supermercados como en los colmados.
Knorr: preferida en el Sur. “Ricaldito” compite
Unilever es una empresa británico-neerlandesa con presencia en más de 100 países donde produce y comercializa bienes de consumo masivo comestibles y no comestibles. Desde el año 2000, es propietaria de Knorr, la productora de “sopitas” de la misma marca, que en República Dominicana tiene el 3% del mercado, con dominio casi absoluto en las regiones Sur y Suroeste del país.
Knorr se comercializa también con fuerza en Puerto Rico, Haití y otras islas del Caribe. Su logo distintivo es la copia de la firma original del inventor de este tipo de condimento concentrado: Carl Heinrich Knorr, quien en 1838, en Heilbronn, Alemania, trabajó con expertos en nutrición, e investigó en experimentos con procesos de deshidratación de vegetales y sazonadores, dando paso a un proceso de preservación para mantener la mayor parte de los valores naturales y el sabor de los ingredientes. Este conocimiento es la base para las sopas deshidratadas.
Pasteurizadora Rica también ha entrado al mercado para competir con la marca de “sopita” de pollo “Ricaldito”, que ha tenido gran acogida en el ámbito culinario dominicano.
Maggi: con su apuesta “en el secreto del sabor”
Con más de 150 años en Suiza, Nestlé es la mayor empresa de alimentos y bebidas del mundo. En República Dominicana, esta empresa tiene presencia desde hace 52 años, produce y comercializa diversos bienes de reconocidas marcas, entre las que se destacan las “sopitas” Maggi, con la que se estima dominan el 48% del mercado.
Otras marcas que comercializa Nestlé en República Dominicana son Carnation, Nescafé, Supligen, La Lechera, Nido, Helados Nestlé, Nesquik, Cheerios, Buitoni, Perrier, San Pellegrino, Vittel, Purina, Friskies y Alpo.
Tanto Maggi como Doña Gallina, han hecho tan agresiva su competencia que no sólo se concentran en destacar los atributos de sabor y calidad de sus cubitos de pollo, sino que además lo han convertido en una competencia de salud, con anuncios dirigidos hacia destacar que tienen menos colesterol, menos grasa u otros aspectos relacionados.
El consumo de cubos crece rápidamente también en hogares de clase alta, precisamente donde las trabajadoras domésticas, son las que generalmente elaboran la lista de compras para la cocina, y no dejan de incluir “el secreto del sabor”.