El ‘efecto Mundial’: ¿de verdad mejora la economía de los países que lo ganan?
Ganar el Mundial de fútbol. Una gesta deportiva que nos alegra el día, destroza gragantas, agota las banderas y las pinturas de cara en las tiendas… Pero, al margen del subidón, ¿tiene un efecto real y duradero en la economía del país que levanta el trofeo de la FIFA?
Las investigaciones que se han basado en la actividad de los mercados y las cotizaciones bursátiles no son concluyentes: más allá del aumento de artículos de merchandising –camisetas, balones…– relacionados con los colores del equipo ganador o el incremento del montante de los derechos por televisar los partidos, no se ha registrado un efecto medible. Ni siquiera la previsible mejora del estado de ánimo de los inversores –lo que se conoce como “hipótesis del sentimiento deportivo”– se parece contagiarse a los movimientos de las empresas cotizadas en Bolsa, como apunta un metaanálisis de varios estudios realizado en 2017.