El estímulo del café matutino también está en nuestra mente
Muchos dependemos del café matutino para poder comenzar el día. Pensamos que sin el estimulante de la cafeína es imposible comenzar a funcionar.
Una nueva investigación, sin embargo, encontró que muchos de estos efectos de estimulación matutina son puramente mentales.
En experimentos llevados a cabo con 88 voluntarios de entre 18 y 47 años, los investigadores de la Universidad del Este de Londres querían investigar si la cafeína realmente tiene un efecto en nuestra atención y estado de ánimo o sólo se trata de las expectativas que ponemos diariamente en nuestro café matutino.
Los científicos dividieron a los participantes en dos grupos. Uno debía consumir café con cafeína y otro descafeinado.
A algunos les hicieron creer que estaban bebiendo café con cafeína cuando en realidad era café descafeinado, y a otros se les dijo lo contrario.
Posteriormente los voluntarios fueron sometidos a varias pruebas diseñadas para medir su rendimiento mental, sus tiempos de reacción y si estado de ánimo.
Y después se repitieron las pruebas con los participantes consumiendo la bebida opuesta.
Expectativas
Los resultados mostraron que aquéllos que habían bebido café descafeinado, pero pensaron que habían consumido cafeína, mostraron un una “mejora significativa” en su rendimiento mental y estado de ánimo.
Según los investigadores algunos de ellos incluso llevaron a cabo las tareas mucho más efectivamente que aquellos que habían consumido cafeína.
“Tanto la cafeína como las expectativas de haber consumido cafeína mostraron una mejora en la atención y en la velocidad psicomotora”
Revista Appetite
Esto revela, dicen los autores, el efecto que tienen nuestras “expectativas” del poder estimulante que tiene la cafeína.
Estas expectativas de que la cafeína del café nos brindará un estímulo son tan grandes que incluso sentimos ese estímulo cuando en realidad no está teniendo ningún efecto.
La profesora Lynne Dawkins y su equipo de la Escuela de Psicología de la Universidad del Este de Londres afirman que “tanto la cafeína como las expectativas de haber consumido cafeína mostraron una mejora en la atención y en la velocidad psicomotora”.
“Y las expectativas incrementaron el vigor y la respuesta a la recompensa de los participantes”.
Después de tomar las bebidas, agregan los autores, “todos los participantes informaron de un incremento en la depresión, pero aquéllos que consumieron cafeína o creyeron que la estaban consumiendo, dijeron tener menos depresión”.
Se sabe desde hace tiempo que la cafeína es un estimulante que actúa en el cerebro y que puede combatir la fatiga y el sueño.
También se ha demostrado que tiene un efecto en el corazón y puede incrementar en el corto plazo la presión arterial, aunque no hay evidencia concluyente de que tenga un impacto a largo plazo en el desarrollo de hipertensión.
Pero este estudio demuestra que quizás estamos esperando demasiado de nuestro café matutino y cualquier bebida, incluso las descafeinadas, pueden ayudarnos a empezar el día.
Tal como expresan los investigadores “estos resultados sugieren que la expectativa de consumir cafeína confiere una mejora en la atención sostenida que es comparable, y quizás superior, a los efectos de la cafeína”.
El estudio aparece publicado en la revista Appetite.