El mundo de los deportes también siente el efecto Trump
WASHINGTON, EE.UU, AP.- LeBron James hizo el jueves su tercer viaje a la Casa Blanca para celebrar un campeonato, y el presidente Barack Obama lo volvió a recibir.
Si James regresa en los próximos cuatro años, podría vérsele muy a disgusto.
El estelar basquetbolista no es ningún hincha del presidente electo Donald Trump, y -después de que una campaña extremadamente divisiva llegó a su fin esta semana- los atletas y entrenadores están haciendo frente a las mismas emociones que cualquier persona común y corriente. Muchos en el mundo deportivo no se han quedado callados a la hora de expresar su decepción con el hecho de que el multimillonario haya sido elegido.
“No puedo decir que me haya avergonzado alguna vez de nuestro país”, dijo Stan Van Gundy, entrenador de los Pistons de Detroit. “Hasta hoy”.
James respaldó abiertamente a Hillary Clinton para presidenta, y sucedió que él y los Cavaliers de Cleveland acudieron a la Casa Blanca -parte de la recompensa usual por ganar un campeonato- el mismo día que Trump. Obama se reunió con el mandatario electo en la Oficina Oval para conversar sobre la transición de la presidencia al mismo tiempo que los Cavaliers hacían un recorrido por la mansión, y luego el presidente recibió a los campeones en el Jardín Sur unas dos horas después.
Durante la ceremonia con el equipo no se mencionó a Trump.
Muchas personas en diversas áreas del mundo de los deportes han hecho alusión al presidente electo.
“De repente te enfrentas con la realidad de que el hombre que va a ser tu líder ha usado en forma rutinaria palabras racistas, misóginas e insultantes”, dijo Steve Kerr, entrenador de los Warriors de Golden State. “Es algo duro. Es algo duro. Le deseo que le vaya bien. Espero que sea un buen presidente. No tengo idea de qué clase de presidente será porque no ha dicho nada acerca de lo que va a hacer. No lo sabemos”.
Es inusual que un tema sea el punto principal en las conversaciones de los vestuarios en distintos deportes al mismo tiempo. Esta es una de esas ocasiones.
Bill Belichick, entrenador de los Patriots de Nueva Inglaterra, y el quarterback Tom Brady fueron acribillados con preguntas el miércoles sobre sus preferencias políticas, después de que Trump mencionó que ellos lo apoyaban.
Jake Arrieta, pitcher de los Cachorros de Chicago, tuiteó que ya era hora “de que Hollywood haga una cooperación económica colectiva y se vaya a la frontera”, en lo que pareció una referencia a lo que han dicho algunos actores y artistas de que se mudarían a Canadá si Trump ganaba. El magnate goza del apoyo de algunos otros deportistas: Richie Incognito, offensive lineman de los Bills de Buffalo, utilizó el lema de campaña de Trump, “Hacer a Estados Unidos grande de nuevo”, como hashtag en Twitter.
Doc Rivers, entrenador de los Clippers de Los Ángeles, ha jugado golf con el presidente electo, aunque no apoyó su candidatura. Rivers dijo que, si la gente desea realmente modificar el futuro, más personas deberían votar.
“En estos momentos tenemos a un presidente sensacional en el puesto”, afirmó Rivers. “Y tenemos a uno por llegar que aún no hace nada, y uno tiene que darle una oportunidad. Va a ser presidente. Eso está garantizado”.