El Origen De… La Fotografía A Color
Hace 150 años se presentó oficialmente la primera foto a color permanente, un logro que marcó a la fotografía. El hito fue resultado del trabajo del físico y matemático escocés James Clerk Maxwell, quien realizó un experimento que no debería haber resultado, pero que sin embargo resultó. ¿Cómo es eso? Vamos por partes.
Clerk Maxwell es más conocido en el mundo de la ciencia por haber formulado la teoría clásica del electromagnetismo. Sus ecuaciones permitieron demostrar que la electricidad, el magnetismo y la luz son manifestaciones de un mismo fenómeno: el campo electromagnético. Esta contribución permitió simplificar estos tres rubros en una sola cosa, en lo que se ha considerado como la “segunda gran unificación de la física”, después de la que logró Isaac Newton al establecer que lo que hacía que se cayeran las manzanas al suelo era lo mismo que gobernaba los movimientos de los planetas y satélites (la gravedad).
RGB
El trabajo de Clerk Maxwell sobre la luz y el electromagnetismo lo llevó a incursionar en la óptica. Entre 1855 y 1872, publicó varios artículos e investigaciones que trataban sobre la percepción del color por el ojo humano y la teoría del color. Durante 1855, el investigador propuso que, si tres fotos en blanco y negro de una escena se pasaban por filtros rojos, verdes y violetas, y se proyectaban impresiones transparentes de la imagen en una pantalla usando tres proyectores con filtros similares, la imagen en la pantalla sería percibida como una reproducción completa de todos los colores en la escena. Y así nació la idea del RGB (Red – Green – Blue) que usamos hoy en las pantallas de nuestros PCs, cuando tomamos una foto o vemos TV.
Pero eso era nada más que una idea, hasta 1861, cuando Clerk Maxwell decidió poner en práctica la teoría. El físico trabajó para el experimento con el fotógrafo Thomas Sutton, quien inventó ese mismo año la cámara réflex – aunque ese es otro tema.
La idea era que Sutton le tomara cuatro fotos a una cinta de tela con diseño escocés: una azul, una verde, una roja y una amarilla. Si bien la teoría de Clerk Maxwell decía que con las tres primeras bastaba, es posible que planeara tomar la amarilla para contrastar con una teoría propuesta por Newton que decía que la visión humana se basaba en cuatro colores básicos y no tres.
Aquí es donde aparece el accidente que llevó a que el experimento saliera mal. O bien. Depende.
En 1861 no existían emulsiones pancromáticas – es decir, la película que se usaba sobre las placas para capturar las imágenes no eran sensibles a todos los colores. La emulsión que tenían Sutton y Maxwell era sólo sensible al azul y un poco al verde, pero no al rojo ni al amarillo. Así que cuando tomaron las fotos, consiguieron una azul perfecta. Para la verde tuvieron que diluir la solución de cloruro de cobre que usaron como filtro, y consiguieron una foto medio verdosa después de 12 minutos de exposición.
Para la roja, Maxwell y Sutton estaban fritos: la emulsión simplemente no captaba rojo. Sin embargo, probaron igual usando un filtro de tiocianato férrico. Y contra los pronósticos, lograron una imagen más o menos roja después de ocho minutos de exposición. ¿Por qué?
El tiocianato férrico deja pasar una considerable cantidad de luz ultravioleta, y muchas tintas reflejan parte de esa luz en el espectro rojo. Así que por puro accidente, consiguieron la imagen roja. Con eso lograron montar una foto que se veía azulosa, pero plausible. Si hubiesen elegido como modelo para la foto una rosa roja por ejemplo, el experimento habría sido un fracaso, aún cuando la teoría de Clerk Maxwell estaba en lo correcto. Así que tuvieron suerte.
El ojo humano
El mismo Clerk Maxwell indicó en la presentación de la foto que “si las imágenes en rojo y el verde hubiesen sido fotografiadas tan completamente como el azul”, la foto habría sido realmente colorida. Pero con falla y todo, la foto sirvió a su propósito.
El objetivo de Maxwell no era crear un método para la fotografía, sino que ilustrar la manera básica en que los humanos perciben el color, y mostrar que los primarios aditivos correctos no eran el rojo, amarillo y azul, sino que el rojo, verde y azul.
Este sistema fue luego refinado por los científicos Thomas Young y Hermann Helmhotz, a prinicpios de 1900, y se utiliza hasta hoy en televisión, los computadores y en la fotografía digital.
Las tres placas fotográficas capturadas por Sutton están ahora en un museo en Edinburgo, en la casa donde Maxwell nació.