El picante del chile, posible arma contra la ‘barriga cervecera’
Los hombres que acumulan grasa tienden a hacerlo en la zona abdominal. Es lo que popularmente se da en llamar ‘barriga cervecera’. Para muchos es una batalla continua, más ahora que llega el verano. Tal vez la solucion esté en el picante.
No en cualquier picante, sino en el que contiene el chile. Investigadores del Brigham and Women’s Hospital (EE UU) han descubierto que la capsaicina, componente del chile responsable de la sensación de ardor que suele provocar la salsa picante, puede ser clave para reducir la grasa abdominal visceral.
Los científicos han probado la eficacia como tratamiento bariátrico de la vagotomía y la desaferentación vagal, que utiliza capsaicina. Los resultados de su estudio se publican en la revista Digestive Diseases and Sciences.
Fibras nerviosas al intestino
La vagotomía consiste en extraer el nervio vago, que envía información entre el intestino y el cerebro, mientras que el segundo procedimiento, que también implica el nervio vago, consiste en utilizar la capsaicina para destruir sólo ciertas fibras nerviosas en lugar de eliminar por completo el nervio.
La grasa abdominal visceral ayuda a predecir la diabetesEn concreto, acaba con aquellas fibras nerviosas que llevan señales desde el intestino al cerebro, dejando intactas las fibras nerviosas que envían señales en la dirección opuesta, desde el cerebro hasta los intestinos.
Después de probar las dos cirugías en el laboratorio, los investigadores encontraron que lavagotomía reduce significativamente la grasa corporal, incluida la grasa abdominal visceral o “barriga cervecera”, como la han llamado los propios autores, un marcador importante de la obesidad que también ayuda a predecir enfermedades asociadas, como la diabetes.
Por su parte, la desaferentación vagal también mostró una reducción de dichas grasas de forma notable, pero en menor grado. La ventaja de esta última, no obstante, es que está asociada a una menor incidencia de efectos secundarios.
Los investigadores han reconocido que aún queda trabajo por hacer para corroborar si estas cirugías se pueden utilizar en los seres humanos, y si la capsaicina puede ser aplicada directamente a las fibras vagales humanas como parece prometer el estudio.