El Presidente rinde hoy informe ante la Asamblea Nacional
El presidente Luis Abinader presentará hoy ante la Asamblea Nacional, al filo de sus primeros seis meses de gestión al frente del Gobierno, un balance en calidad de rendición de informe sobre el cumplimiento de las metas comprometidas durante su investidura el pasado 16 de agosto.
Este recuento habrá de mostrar, al hacerse efectivo el periodo semestral que cumple hoy con su intervención ante los entes bicamerales, una clasificación de todos esos compromisos y los éxitos adquiridos por su Gobierno en distintos ámbitos, a la par de los grados de cumplimiento alcanzados hasta el momento.
El jefe de Estado llegará la mañana de hoy al recinto legislativo, en cumplimiento de un mandato constitucional, contando a su favor con niveles aceptables de popularidad, parte de lo que ha contribuido bastante su estilo personal de gobernar, su gestión frente a la pandemia, su estímulo a la recupercion de la economía, su política de transparencia, su cercanía con la gente y una defensa y discurso recurrente a favor de los grupos más vulnerables.
La de hoy será la segunda ocasión que Abinader comparece ante la reunión conjunta de las cámaras, después de su asistencia el 16 de agosto de 2020, cuando juró como sexagésimo séptimo presidente de República Dominicana.
El alcance de todo cuanto diga e informe haber cumplido de sus propuestas será conocido y sopesado, amén de las críticas y elogios, sobre la base de las líneas de acción delineadas hace seis meses, cuando se comprometió a impulsar cambios añorados por la población.
Durante su discurso de toma de posesión el pasado 16 de agosto, Abinader advirtió, a manera de preámbulo, que su alocución no sería un programa de gobierno, ni una lista de obras a emprender, aunque más adelante subrayó que “esta presidencia que hoy comienza será la de los cambios urgentes”, y también “la de los cambios irreversibles”.
Seguido, el mandatario empezó a trazar la línea de trabajo mediante la ejecución de una dinámica gubernamental, exhortando a sus funcionarios a trabajar sin descanso para lograr los propositivos esbozados.
Covid y salud general
Siendo el coronavirus el obstáculo principal y el reto a encarar por su recién inaugurado Gobierno, a poco más de cinco meses de la letal presencia de esta plaga en el país, el jefe de Estado enumeró sus compromisos ante el país.
En concreto, anunció un plan nacional de detección, aislamiento, rastreo y tratamiento de contagiados “a una escala sin precedentes en nuestra historia”, y garantizó el acceso de toda la población a la vacuna contra el virus, “tan pronto como esté disponible”.
Prometió aumentar el presupuesto de salud hasta llegar a más de 66.000 millones de pesos en los primeros cuatro meses de gobierno para atender esta emergencia, y “para transformar para siempre nuestro modelo de atención sanitaria”.
Cuando asumió el nuevo Gobierno, el virus estaba en plena expansión, con al menos 1, 400 fallecimientos y más de 85,000 contagiados.
A esta fecha de febrero de 2021, el país está en plena labor de aplicación de la vacuna contra el Covid-19
Otra promesa en el área de salud fue aumentar el número de camas, duplicar la capacidad de camas en las unidades de cuidados intensivos, puesta en marcha de 12 hospitales temporales y formación de más de 1.000 médicos y enfermeras en un gran programa nacional, para ser más eficaces en la lucha contra la pandemia.
Prometió reestructurar y eliminar organismos e instituciones innecesarias o con duplicidad de funciones, y destinar esos fondos a la inclusión de más de dos millones de ciudadanos al seguro familiar de salud.
La economía
Temiendo los estragos a la economía por efectos de la pandemia, Abinader, advirtiendo de que las prohibiciones y el temor a viajar reducirían el número de turistas a la isla, las exportaciones sufren la depresión de la demanda mundial, cierran pequeñas y medianas empresas, se pierden empleos y se consumen ahorros, propuso, para revertir esos daños, mejorar la calidad del gasto, eliminar dispendios y corrupción “que durante años sólo han aumentado el déficit y consecuentemente la deuda publica sin mejorar la calidad de vida de los dominicanos”.
A compañía de esto, el presidente garantizó la creación de condiciones para recuperar la producción y el empleo, continuando los programas de ayuda FASE, Quédate en Casa y Pa’Ti, y extender las facilidades tributarias, en especial para las pequeñas y medianas empresas e implementar un Programa de Garantías y Financiamiento dirigido a los sectores afectados por la pandemia por más de 100.000 millones de pesos.
Otra promesa del mandatario fue el inicio de un plan de reparación y construcción, con impacto en más de 30, 000 viviendas, para reactivar las economías locales, con prioridad a los proyectos del sector turístico, industrial y de exportaciones que creen empleo y que estén detenidos por la falta de financiamiento.
Su ambicioso plan de recuperación económica se planteó disponer, por medio del Banco Agrícola, de 5.000 millones de pesos de financiamiento a tasa de interés cero para la nueva siembra, dar apoyo a la comercialización y asistencia técnica para garantizar la seguridad alimentaria.
Sobre las inversiones en áreas creadoras de empleos formales y obras estratégicas, se comprometió con la construcción de la Autopista del Ámbar, que permitiría llegar de Santiago a Puerto Plata en 25 minutos, y de Santo Domingo a Puerto Plata, en dos horas.
Y destacó el desarrollo turístico de Pedernales, que desarrollaría su propio aeropuerto, y como la construcción de 3.000 habitaciones en varios hoteles.
Otra obra, el puerto de Manzanillo, que permitirá dar salida a las exportaciones de banano y las zonas francas de Santiago y la línea noroeste, estuvo entre las grandes prioridades del mandatario.
JUSTICIA
Un procurador independiente
El grito popular.
Otra medida que prometió cumplir fue en el ámbito de la justicia, al garantizar que uno de sus primeros decretos a firmar seria “designar un Procurador General políticamente independiente capaz de hacer lo justo, incluso si todos están en contra, y de evitar lo injusto, incluso si todos están a favor”.
Contra la corrupción
Al considerar que el gobierno debe estar sometido a una fiscalización ciudadana, abordó este tema con firmeza, al advertir que “en este punto quiero ser muy claro, preciso, y contundente”, porque en su Gobierno “no se permitirá, bajo ningún concepto, que la corrupción del pasado quede impune, el que robó dinero del pueblo, tiene necesariamente que pagar en la justicia por sus actos”.
A sus funcionarios les dejó esta nota: “el que se equivoque con el dinero del pueblo, será inmediatamente destituido y puesto a disposición de la justicia”.