El triste mundo de las drogas: Amy cumple hoy un año de autodestrucción
A pesar del tiempo transcurrido, los temas de esta talentosa y autodestructiva cantante suenan en casi cada local y su imagen es omnipresente ya sea en las tiendas, los “pubs” (bares) que frecuentaba o, incluso, en el aspecto físico de muchos de los viandantes que imitan su inconfundible estilo.
Los brazos tatuados, las frondosas cabelleras recogidas en un moño, los ojos pintados, los grandes pendientes dorados o los estampados de cuadros son notas habituales de este barrio del norte de Londres, al que Winehouse no renunció a pesar de su popularidad y al que siempre mostró su afecto.
“Este es para Londres y para Camden que está en llamas”, dijo la autora de “Rehab” al recoger uno de los cinco Grammys que ganó en febrero de 2008, mientras el famoso mercado de su barrio ardía al declararse un gran incendio.
Ahora, un año después de su muerte, Camden le devuelve ese afecto a una de sus hijas predilectas y que mejor representaba en sus virtudes y sus defectos la esencia de este lugar.
El pub “The Hawley Arms”, uno de los más frecuentados por la artista y que quedó totalmente destruido por el incendio de 2008, se convirtió en el mausoleo de la diva del soul, cuyo formidable talento quedó ensombrecido por su adicción al alcohol y las drogas.
Canciones como “You know I’m not good” o “Back to Black” forman parte de la banda sonora habitual de este bar donde las paredes están decoradas con algunas imágenes de la cantante y hay uno de los estantes de detrás de la barra dedicado a su memoria. Una barra que Amy conocía bien tanto por fuera como por dentro ya que muchas noches se ponía detrás de ella a servir a los clientes.