¿Está recomendado el ayuno intermitente para pacientes con diabetes?
El ayuno intermitente se refiere a un método donde la persona que lo practica deja de comer por cierta cantidad de horas, e incluso días, con el fin de bajar de peso.
Existentes diferentes modalidades de ayuno intermitente, alternando los ritmos entre las horas de ingesta y el consumo calórico, convirtiéndose en proyectos personalizados de acuerdo a las necesidades de cada consumidor.
El ayuno intermitente se ha vuelto popular, sin embargo, estudios advierten de los peligros que puede ocasionar, especialmente, si no se hace de la mano de un médico profesional o a personas con enfermedades crónicas instaladas, como el caso de los pacientes con diabetes tipo 2.
“Es prácticamente imposible. Una persona con diabetes que utilice insulina no debe hacer ayuno intermitente”, así de tajante fue la respuesta del cardiólogo de Clínica Mayo Francisco López, al ser consultado al respecto en un conversatorio virtual con periodistas latinoamericanos.
Esto debido a que es importante prestar atención diversos aspectos como: el ajuste de medicamentos, la frecuencia de medición de glucosa y el consumo de líquidos, pues puede existir el riesgo a sufrir deshidratación, hipotensión y las variaciones significativas de glucemia pueden ocasionar complicaciones microvasculares como una retinopatía o daños macrovasculares como una cardiopatía.
“Cuando un paciente está requiriendo insulina para su tratamiento, el control de peso se hace más difícil. Si era difícil al principio, se hace todavía más. En parte, porque la insulina causa hambre. Una persona se inyecta insulina y va a tener hambre, la persona siente las ganas de comer y va a comer más y, si no come después de la insulina, le puede bajar el azúcar demasiado. Es parte de una respuesta biológica”, explicó el galeno.
López precisó que aún no existen suficientes estudios sobre el ayuno intermitente realizados en personas con diabetes.
El especialista advirtió que, incluso en pacientes no diabéticos, “debe hacerse de una manera inteligente y supervisada, porque no es tan fácil. Si el potasio llega a niveles muy bajos puede ser muy peligroso para el corazón”.
En caso de contar con la aprobación del médico, el ayuno debe ser gradual, empezando por una brecha de 12 horas, que luego sube a 16, hasta lograr el día completo.
López comentó que el ayuno más común y más fácil es el que establece una brecha de 6 a 8 horas donde se puede comer, usualmente, saltando el desayuno y consumiendo todas las calorías a partir del mediodía, con una cena ligera y en horario temprano.
“Les digo a mis pacientes que tengan mucho cuidado, porque hay estudios que demuestran que no desayunar no es saludable. El cuerpo necesita calorías en el día, no en la cena que es cuando nos vamos a dormir”, insistió.
López destacó que lo importante es “acostumbrar al cuerpo a no estar comiendo todo el día” y recordó que cerca de la mitad de los pacientes cardiacos también sufren de obesidad.