Este detective privado si es polifacético
Es pastor evangélico, capellán eclesiástico… y detective privado. Tiene 25 años dedicado a ocupaciones religiosas y más de siete como investigador. No es el único. La Asociación Nacional de Detectives Privados (Anadepri) reporta que tiene afiliados 23 pastores y tres sacerdotes.
A este grupo Z.X. los representa.
Motivado por un amigo pastor, se preparó como investigador en la Anadepri. Él explica que posteriormente se regularizó en la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada. Así, en su tiempo libre, buscó la forma de modificar su apariencia y trabajar en colaboración con un detective.
Es un hombre de alta estatura y de mediana edad. Con una voz enérgica, que evoca el tono firme con el que predican los pastores en el templo, Z.X. cuenta que los principales casos que investiga son desapariciones. “Si una gente quería saber dónde estaba su hijo aquí, si estaba en un resort, yo le daba información”, expresa.
Z.X. es miembro del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), en cuyos archivos se confirmó que está registrado. ¿La feligresía sabe que usted es detective?, le pregunta Diario Libre. “Unos sí, otros no”, responde. “La cúpula sí tiene que saberlo, pero el creyente normal no. De hecho, hay muchos que lo saben. Una muchacha me estaba hablando que tenía un problemita y quedamos en vernos pronto”.
El presidente del (CODUE), reverendo Fidel Lorenzo, desconoce que existan pastores en esta labor. “En República Dominicana el oficio de detective privado no es valorado como un oficio profesional y transparente, sino que históricamente se ha usado más para actividades de espionaje. Para nosotros resulta un poco difícil creer que pastores se estén dedicando a esa práctica por más difícil que esté el acceso a los ingresos”, expresa.
La Iglesia Evangélica motiva a sus pastores a incursionar en la capellanía en hospitales y cárceles, o compartan su función con actividades profesionales que no afecten su credibilidad. “Es probable que muchos pastores que estén incurriendo en eso (investigación privada) no lo hayan consultado con su liderazgo”, indica Lorenzo.
La Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada reporta la existencia de 4,500 detectives privados a nivel nacional, y de estos 2,600 están acreditados por la institución. En una respuesta escrita, indica que en sus archivos no hay registrados dirigentes cristianos, pero considera que quien se interese y cumpla los requisitos, puede convertirse en detective.
Esta apertura motiva a que esta ocupación también atraiga a médicos, ingenieros, abogados, policías (activos y retirados) y otras personas de más sectores. “Hay mucha gente que toma el detectivismo como profesión y hay mucha gente que lo toma como deporte, es una afición”, dice el presidente de la Anadepri, Manuel Gutiérrez, quien también es sindicalista y albañil.
Aunque la Superintendencia es responsable de monitorear a los investigadores, hay acciones que se escapan. Gutiérrez, reconoce que por cumplir con los encargos de clientes, se recurren a prácticas ilegales como invasión de la privacidad y escucha de conversaciones.
En 2010 se acusó a Francisco Alberto Carela Castro, propietario de una agencia de detectives privados, de extorsionar a personas que previamente filmaba en actividades sexuales en moteles. Dos años después fue sentenciado a 10 años de cárcel.
Pero Z.X. tiene otra visión. “Es una forma de tratar de ver cómo podemos ser agentes de cambio en la sociedad como pastor, pero también, como detective, ayudar a los demás”, dice. “El asunto de seguridad ciudadana nos atañe a todos, y nosotros en los barrios somos los resolutores de conflictos, y siempre van a donde el pastor, cualquier problema van allá, piden la oración, pero también nos plantean el problema”.
No obstante, confiesa que existe una motivación económica, y ve el oficio como parte del pluriempleo. Y es que dependiendo del caso que se investigue, un detective puede ganar hasta RD$20 mil por día o RD$30 mil al mes por igualas. Hubo una misión en grupo que completa costó RD$350 mil.