Examinan posibles vínculos entre colorantes artificiales e hiperactividad
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) está examinando nuevamente el vínculo entre los colorantes artificiales presentes en los alimentos y la hiperactividad en los niños. Hasta ahora la FDA no había podido comprobar que existiera una relación directa. Sin embargo, ahora se cree que los colorantes -además de otras sustancias- presentes en los alimentos podrían exacerbar diversos problemas de comportamiento en niños susceptibles.
Por ello, en una reunión de dos días que comenzó este miércoles, la FDA solicitó a un panel de expertos que revise las pruebas y los datos disponibles que vinculan a los colorantes con el trastorno, para que recomienden llevar a cabo acciones que aseguren la salud de los consumidores.
La convocatoria responde a una petición de 2008 realizada por el Centro para la Ciencia en el Interés Público de eliminar ocho colorantes, entre ellos los conocidos como la tartracina (amarillo número 5) y el rojo allura AC.
No es nuevo
Desde los años 70, la presencia de colores artificiales en las comidas ha generado controversia en Estados Unidos.
La polémica se desató por primera vez cuando el pediatra Benjamin Feingold aseguró que existía una relación entre los aditivos y la manera en la que se comportaban los pequeños.
En ese momento, sin embargo, no se llegó a ninguna conclusión definitiva.
Defensores de la salud pública consideran que los colorantes no parecen ser la causa principal de la hiperactividad, pero creen que los efectos de los colorantes en algunos niños son tan notables que podrían ser motivo suficiente para que se prohibieran los aditivos.
¿Engaño?
Michael Jacobson, director del grupo de defensa del Centro para la Ciencia en el Interés Público, dijo en el primer día de reunión que el único fin de los colorantes es “engañar a los consumidores”.
Según Jacobson, se ha podido comprobar que los fabricantes utilizan más o menos colorantes en los mismos alimentos dependiendo de los países en que son distribuidos.
En Europa, asegura, “a los colorantes se les asocia comúnmente con la hiperactividad y otros desórdenes de atención, por lo que su presencia es mucho menor”.
“Los colorantes se utilizan para que la comida chatarra sea más atractiva para los niños o para simular la presencia de una fruta saludable o de algún ingrediente natural”, afirma Jacobson.
Para él, el hecho de que se prohíban por completo es casi imposible, por lo que insta a la FDA a que al menos se coloquen advertencias en las etiquetas de los alimentos.
A propósito de la reunión convocada por la FDA, la industria de alimentos advierte que los consumidores no deberían apresurarse a juzgar.
David Schmidt, presidente del International Food Information Council Foundation, considera que los colorantes ayudan a los consumidores a disfrutar de sus alimentos al mejorar la apariencia.