Franklin Domínguez: gloria del teatro dominicano que necesita más ayuda
llegaron los periodistas!”, le anunciaba Carolina a su abuelo, el dramaturgo Franklin Domínguez, quien desde el 2015 se encuentra recluido en su residencia, afectado por un cáncer de próstata y desde hace unos años enfrenta una metástasis ósea.
Francisca Margarín, alias Carolina, es su nieta. Hija de Julio Ricardo Margarín, ya fallecido, que siendo adolescente fue adoptado por el actor y dramaturgo, y a quien educó junto a su hijo biológico Francisco Domínguez, este último residente, actualmente, en Estados Unidos.
Carolina y su hermano biológico Franklin Ricardo Margarín crecieron junto a Franklin Domínguez, quien los educó como sus nietos. Ahora Carolina y su esposo Junior Alexander Castro son quienes se encargan del cuidado del dramaturgo, que ya necesita oxígeno permanente para respirar.
Para Carolina, Franklin Domínguez, que el pasado 5 de junio cumplió 92 años, es una especie de hijo al que cuida con dedicación y ternura. Es tanto el amor que se dispensan uno del otro, que él le llama “má” y ella a él “pá”. Sus ojos brillan cuando relata la odisea que atraviesa cada día, desde que salen los primeros rayos del sol hasta que le da el último beso cuando don Franklin va a dormir. A punto de llorar dice: “Es que no sé si lo voy a encontrar despierto”.
Gran preocupación
La preocupación diaria de Carolina no es solo por el estado de salud que atraviesa su adorable abuelo, sino los gastos exorbitantes que deben cubrir por la enfermedad del actor. Don Franklin recibe una pensión, de parte del Estado, de 90 mil pesos, pero no alcanza para lidiar con una enfermedad de alto costo.
“Solo en oxígeno gastamos más de 20 mil pesos. El seguro cuando se renueva solo lo podemos usar dos veces para comprar medicina y no es un secreto para nadie que los medicamentos para este tipo de pacientes son extremadamente caros, sumado a su alimentación especial. Son muchos los gastos de una casa cuando tienes a una persona que requiere ese tipo de cuidado”, relató.
El dinero que llevan Carolina y su esposo a la casa también se consume en gastos médicos. “Nosotros tenemos un niño de cinco años, y no podemos hacer actividad en familia con él porque yo no dejo a pá solo. Nosotros como pareja nos hemos dedicado en cuerpo y alma a cuidarlo. Mi esposo es el único que me ayuda con todos los gastos, pero debo agradecer al Banco de Reservas, que nos ha apoyado en todo este proceso”.
Ante la difícil situación que atraviesan, esperan la generosidad del Presidente Luis Abinader para que le aumente la pensión.
Franklin Domínguez es una gloria del arte dominicano. Es el gran dramartugo del país. En su portafolio tiene más de cien obras de teatro escritas y llevadas a escena, tanto aquí como en muchos países del mundo.
Su producción dramática es abundante y abarca la comedia, la tragedia, la sátira política, el teatro infantil, la ópera, la comedia musical y el drama cotidiano.
En una disertación, el pasado mes de abril, según el profesor Odalis G. Pérez, Domínguez , es el autor teatral con la mayor cantidad de antologías de autor en la bibliografía dominicana y es un escritor cuyo estudio resulta imprescindible para la historiografía de la literatura dramática local.
Al recibirnos con una sonrisa en su rostro, lo primero que nos señala son las decenas de diplomas que cuelgan en las paredes de su casa, que registran las puestas en escena de sus obras en Francia, Canadá, Bélgica, México, Portugal, España, Argentina, Colombia, Estado Unidos, China y Chile, entre otros tantos países.
De igual manera, Domínguez también viajó por el mundo dando a conocer el teatro dominicano en conferencias y otras actividades teatrales.
En 2014 fue diagnosticado con cáncer de próstata y en el 2018 con metástasis ósea, aun así para ese año continuaba trabajando desde su hogar, en ese entonces escribía siete obras de teatro.
“El teatro es mi vida, encontré en el teatro una pasión inexplicable, a pesar de que siempre me desarrollé en otros trabajos”, recuerda.
Su musa fue la actriz Monina Solá a quien llama una gran hermana y amiga. “Monina y yo fuimos más que familia. Ella y yo trabajamos juntos todo el tiempo. Yo lamenté no poder asistir a su sepelio”.
Franklin Domínguez fue un pilar del teatro y auspiciador de grandes actores y actrices que hoy conforman el teatro dominicano.
“Mis amigos del teatro, no vienen muchos a verme, pero yo los quiero a todos”, refiere.
Domínguez fue director de Bellas Artes, hasta el 2015, ejerciendo esta función en tres ocasiones, en su juventud fue director de Información y Prensa de la Presidencia de la República Dominicana bajo cinco presidentes profesor Juan Bosch, 1963; presidente José Rafael Molina Ureña, coronel Francisco Caamaño Deñó, 1965; el presidente Héctor García Godoy, 1966 y Antonio Guzmán Fernández, 1978.
Al teatro llega de la mano de su hermano Héctor Domínguez, quien era actor, y estudia en la Escuela Nacional de Bellas Artes, llegando a ser actor, director, maestro y productor, es considerado como una leyenda viva del teatro dominicano. Domínguez, quien además se graduó en derecho, nació en el 1931 en Santiago, es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua y gracias a su talento cultivó una carrera en el arte convirtiéndose en uno de los artistas más prolíficos en su campo.
Domínguez formó parte de la primera generación de graduandos de la Escuela de Bellas Artes, donde también compartió con Máximo Avilés Blonda bajo la dirección del profesor Emilio Aparicio.
El pasado mes de marzo la Segunda Temporada de Teatro Banreservas fue dedicada a Franklin Domínguez, a quien se le rindió un homenaje por su destacada y dilatada trayectoria.