Hierbabuena: remedio contra el vello femenino, contra calambres, digestiones pesadas…
Eliminar el vello en la cara, torso, pubis y abdomen podría ser tan sencillo como recurrir a una infusión de hierbabuena, según investigaciones realizadas en los últimos años.
Investigadores de la Universidad turca Suleyman Demirel (Isparta, Turquía) afirmaban en un artículo publicado en la revistaPhytotherapy Research que el consumo diario de 2 a 5 tazasde infusión de hierbabuena, Mentha spicata labiatae, disminuye sensiblemente los niveles de la hormona masculina testosterona en la mujer. Esta hormona masculina proporciona a las mujeresdeseo sexual, aunque en niveles altos acarrea también la aparición de vello en zonas faciales, hombros, vientre y pechos. Esta infusión permitiría combatir el hirsutismo con la misma eficacia que tratamientos mucho más caros y con efectos secundarios, como los fármacos anticonceptivos o inhibidores de la aldosterona (hormona secretada por la glándula suprarrenal).
Los autores, según detallan en Consumer, recetaron infusiones de hierbabuena a 21 mujeres con hirsutismo, dos veces al día. La mitad de estas mujeres padecía asimismo el síndrome del ovario poliquístico (causa más frecuente de hirsutismo), mientras que la otra mitad presentaba un crecimiento del vello de causa desconocida. Otro de los hallazgos de este estudio es que los niveles de triglicéridos cayeron significativamente tras el periodo de tratamiento.
¿En qué cantidades y cómo prepararla?
El artículo detalla las cantidades y el modo en que los investigadores prepararon su infusión de hierbabuena. “Se trata de verter un cuarto de litro de agua hirviendo en una taza en la que repose una cucharadilla de té de hierbabuena (hojas secas), y hay que dejar infusionar por espacio de 5 a 10 minutos”, explicaban.
Dudas sobre su mecanismo de acción
La British Skin Foundation (BSF) celebraba el hallazgo aunque arroja dudas sobre el mecanismo de acción de la infusión. No queda claro, según los dermatólogos ingleses, si la hierbabuena actúa sobre los andrógenos o directamente sobre el vello, habida cuenta que la mayor parte de mujeres con hirsutismo sigue padeciendo dicho efecto pese a la normalización de los niveles hormonales. El hirsutismo se caracteriza por un crecimiento excesivo de vello en cara, mamas o pubis, y se considera que afecta al 5% de la población femenina. Es muy característico del fin de la menopausia, cuando se produce un aumento en la producción de andrógenos por parte del ovario o de las glándulas suprarrenales.
Por el efecto sobre los folículos pilosos y las glándulas sebáceas asociadas, el hirsutismo se acompaña asimismo de piel grasa o acné. Cuando el desequilibrio hormonal alcanza cotas muy elevadas, la aparición de vello aparece junto a una voz más gruesa, aumento de la musculatura, alopecia y crecimiento desproporcionado del clítoris. Estos signos, sin embargo, también sugieren la existencia de un tumor secretor. Estos tumores son muy raros, pueden localizarse en el ovario o en las glándulas suprarrenales en forma de adenoma, tumor epitelial benigno, o carcinoma, forma de cáncer epitelial o glandular. En su presencia, los niveles hormonales de LH y FSH, producidas en la hipófisis con acción en los órganos reproductores, están a menudo suprimidos o por debajo del límite normal, mientras que los andrógenoscirculantes pueden llegar a duplicar los valores normales.
Debe diferenciarse también el hirsutismo de la hipertricosis, que es un aumento simple del vello en áreas no androgénicas (brazos, piernas). El hirsutismo hiperandrogénico es el más corriente, y responde al aumento de la producción de andrógenos por el ovario o las suprarrenales. Dependiendo de su etiología, el hirsutismo puede acompañarse también de ciclos menstruales irregulares, infertilidad y un mayor riesgo de hiperplasia. Un hiperandrogenismo asociado a menstruaciones irregulares, en ausencia de otras causas conocidas, puede llegar a afectar hasta un 10% de las mujeres en edad fértil y, generalmente, se asocia a obesidad o problemas de infertilidad.
Una menta muy popular
Existen unas quince especies de menta distintas, de las que la hierbabuena es tal vez la más popular. Su cultivo queda inscrito en crónicas de la antigua Roma en los que se le atribuyen, curiosamente, propiedades afrodisíacas. Luego pasó a decorar los Hortus medicinalis de las órdenes religiosas y vuelve a prodigarse su cultivo en la Inglaterra medieval. En realidad, la hierbabuena es una menta híbrida, una mezcla de menta negra, que tiene un tono violáceo, y menta blanca, de un color verde más uniforme.
La variedad resultante no suele sobrepasar los treinta centímetros de altura y sus hojas, de intenso aroma, tienen forma alargada con bordes aserrados. Crece en suelos frescos y húmedos. Deben recolectarse sus ramas cuando la planta está a punto de florecer; entonces hojas y flores se dejan secar a la sombra y se guardan en un ambiente seco y oscuro. Con anterioridad al hallazgo turco, las infusiones de hierbabuena eran muy apreciadas en lasdigestiones lentas, inflamaciones del hígado y vesícula; combinando propiedades estimulantes y sedantes su aceite esencial se ha empleado como calmante de calambres musculares.
En pequeñas cantidades combina bien con numerosas especias, por lo que muchos gastrónomos la incluyen en la elaboración de sopas, guisos y cocidos, verduras y estofados. En Cataluña, la hierbabuena es un ingrediente privilegiado en la elaboración de salsas con las que acompañar los caracoles. En el norte de África, en cambio, se emplea esta variedad de menta como aderezo del té verde, de sabor fuerte, elaborando una poción reconfortante que se sirve con mucho azúcar y, en ocasiones, piñones.