¿Avanzamos hacia un “Planeta de los Simios”?
La línea divisoria es muy tenue: ¿hasta dónde debe experimentarse con animales para entender mejor el organismo humano y avanzar en los tratamientos de enfermedades?
Este tipo de estudios, en los que se introduce tejido o células humanas en animales, son esenciales en la investigación médica.
Pero si no se marca un límite ético claro, la ciencia está en peligro de crear “monstruos tipo Frankenstein”.
Esa es la advertencia de la Academia de Ciencias Médicas del Reino Unido, que está pidiendo al gobierno británico establecer regulaciones más estrictas para controlar el rápido y extenso avance de la “delicada” investigación con animales.
El informe de la Academia expresa temores por lo que dice es la posibilidad real de crear simios que tengan la capacidad de pensar y hablar como los humanos.
Sin embargo, la Academia no está pidiendo prohibir estos estudios. Al contrario, afirma que éstos son esenciales para la investigación del tratamiento de enfermedades humanas.
Pero expresa que con el avance las técnicas y descubrimientos están surgiendo nuevos asuntos éticos que necesitan urgentemente ser regulados.
Estudios “importantes”
Por ejemplo, hoy en día los investigadores introducen células humanas de tumores de mama en ratones para probar nuevos fármacos de cáncer en tejido humano.
También se crean ratas con lesiones similares a las que causan un derrame cerebral en humanos para probar si se logra una mejora inyectándoles en el cerebro células madre humanas.
“Lo que tememos es que si se comienzan a introducir grandes números de células cerebrales humanas en el cerebro de primates se podrá transformar súbitamente al primate en algo que posee algunas de las capacidades que se consideran distintivamente humanas, como el lenguaje”
Prof. Thomas Baldwin
Se han introducido genes humanos en el genoma de cabras para producir una proteína humana que se usa en el tratamiento de trastornos de coagulación.
Y el estudio de ratones con síndrome de Down, a los cuales se les ha añadido un cromosoma humano en el genoma, ha sido esencial para el entendimiento de la enfermedad.
Todos estos estudios, expresa el profesor Christopher Shaw, del King’s College de Londres y uno de los autores del informe, “son extraordinariamente importantes”.
“¿Se va a reducir (este campo) o va a desaparecer? No. Y estoy seguro de que conducirá a nuevos tratamientos”, agrega.
La mayoría de estos experimentos se llevan a cabo con ratones y ratas. Pero los científicos están particularmente preocupados por las investigaciones con simios.
En el Reino Unido están prohibidas las investigaciones con grandes simios, gorilas, chimpancés y orangutanes, pero éstas sí están permitidas en muchos otros países, como Estados Unidos.
Y los científicos británicos sí pueden experimentar con monos.
Y aquí es donde se expresan temores por la posibilidad de crear simios que tengan la capacidad de pensar y hablar como los humanos.
“Lo que tememos es que si se comienzan a introducir grandes números de células cerebrales humanas en el cerebro de primates se podrá transformar súbitamente al primate en algo que posee algunas de las capacidades que se consideran distintivamente humanas, como el lenguaje” expresa el profesor Thomas Baldwin, miembro de la Academia.
“Estas son posibilidades que han sido ampliamente exploradas en la ficción, pero necesitamos comenzar a pensar en ellas”, agrega.
Áreas “delicadas”
Ratón de laboratorio
Muchos estudios sobre enfermedades se llevan a cabo con ratones.
El informe establece tres áreas particularmente “delicadas” en la investigación con animales: la cognitiva, la de reproducción y la creación de características visuales que se perciban como singularmente humanas.
“Una cuestión fundamental es si poblar el cerebro de un animal con células humanas puede resultar en la producción de un animal con una capacidad cognitiva humana, por ejemplo la conciencia, ” afirman los autores.
El profesor Martin Bobrow, principal autor del informe, sugiere establecer lo que llama la “prueba del gran simio”: si un mono modificado con material humano comienza a adquirir capacidades similares a las de un chimpancé, es momento de frenar los experimentos, dice.
Los científicos de la Academia no sugieren que alguien ya esté llevando a cabo estos experimentos. Lo que dicen es que se debe llevar a cabo una discusión ética y regulatoria ahora, antes de que empiecen a planearse esos estudios inusuales.
El área de la reproducción también es delicada y recomiendan que no se permita que un embrión animal producido con óvulos o esperma humano se desarrolle después de los 14 días.
Pero quizás el campo más controvertido es el de animales con características “singularmente humanas”.
Es necesario, dicen los científicos, tomar con seriedad la posibilidad de que esto ocurra en el futuro y de que existe un temor por los experimentos “tipo Frankestein con animales humanizados” que pueden generar monstruos.
Tal como señala uno de los autores del informe “crear características como el lenguaje o la apariencia humana, como forma facial o textura de la piel, en animales presenta temores éticos muy fuertes”.
“Porque una cosa es que llegues a tu casa y tu loro te diga: ¡hola niño bonito!. Pero si llegas a tu casa y tu mono te saluda así, eso es algo muy distinto”.
fuente: BBC salud