¿Cuándo empiezo a dar a mi bebé alimentos sólidos?
La mayoría de bebés no suele tomar leche de vaca, ni huevo, ni frutos secos o gluten antes de los cuatro o seis meses de edad.
El motivo: se ha defendido que la introducción paulatina y tardía de alimentos sólidos potencialmente alergénicos protege a los pequeños del desarrollo de ciertas enfermedades (asma, dermatitis atópica, alergia a ciertos productos alimentarios o rinitis).
Sin embargo, los datos de un estudio con cerca de 7.000 niños ponen en entredicho esta recomendación. Ilse Tromp, de la Universidad de Erasmus (Rotterdam, Holanda) y autora de la nueva investigación, reconoce en su artículo que el suyo es uno de los “pocos trabajos que ha analizado si la introducción tardía de los alimentos reduce o no el riesgo de alergias o asma”.
Durante el primer año de vida se producen “muchos cambios en el consumo de alimentos. La introducción de productos complementarios a la leche materna es esencial para el desarrollo del menor. El momento de la alimentación complementaria es particularmente importante para la maduración del sistema renal y grastrointestinal. Algunos de los riesgos asociados al inicio temprano del consumo de sólidos son el aumento del índice de masa corporal y el desarrollo de patologías respiratorias y autoinmunes (diabetes tipo 1 y enfermedad celiaca) durante la infancia”, detalla el ensayo.
La Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica, la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología, y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN, sus siglas en inglés) y la Asociación Americana de Pediatría recomiendan “retrasar el inicio de los sólidos hasta los cuatro o los seis meses. Sin embargo, la ESPGHAN asevera que este inicio de la nueva dieta no debería retrasarse más allá de los seis meses”, agregan los investigadores.
Belén de la Hoz, adjunta al Servicio de Alergología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, reconoce a ELMUNDO.es que “en España, las guías sobre la introducción de alimentos sólidos están consensuadas por expertos en distintas disciplinas (pediatras, nutricionistas, endocrinos…) y se basan en la evidencia científica. Así, los cereales se introducen a los cuatro meses, el huevo entre los nueve y los 12 y la leche entera de vaca a los dos años. El inicio en el consumo de sólidos se retrasa, pero no tanto. Son los tiempos que se han considerado adecuados por todos”.
Esta especialista reconoce que el “trabajo está bien hecho y que ha contado con un elevado número de niños, pero para realmente cambiar las recomendaciones se requieren más estudios biológicos y clínicos. Este trabajo no deja de ser interesante, aunque se necesitan más evidencias”,
Dermatitis atópica y sibilancias
Publicado en la revista ‘Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine’, el estudio valoró el momento de introducir en la dieta de los infantes, la leche de vaca, los huevos de gallina, los cacahuetes, los frutos secos, la soja y el gluten mediante cuestionarios realizados a los padres cuando los bebés tenían entre seis y 12 meses.
Los científicos valoraron la incidencia de dermatitis atópica y de sibilancias (síntoma del asma) en todos los participantes cuando tenían dos, tres y cuatro años. Tuvieron en cuenta, además, otras variables que podían alterar los resultados, como el consumo de leche materna, el tabaquismo durante el embarazo, el peso de los pequeños, los cuidados diarios recibidos o la historia familiar de asma o alergias, entre otros aspectos.
Los datos revelan que “el estudio no ha podido demostrar que el momento de la introducción de alimentos alergénicos (leche de vaca, huevo…) se asociara a eccema o sibilancias en niños menores de cuatro años. Por lo tanto, no apoya la hipótesis de retrasar el consumo de estos productos hasta pasados los seis meses ayude a prevenir las enfermedades atópicas”.
fuente: Elmundo.es (por Patricia Matey)