¿Puede internet mejorar nuestra salud?
Cada vez más surgen sitios web donde la batuta la llevan los pacientes, no los médicos. Expertos creen que estamos a las puertas de una revolución en la que los servicios de salud se aliarán con las redes sociales en busca de calidad y transparencia.
Cuando un psiquiatra al que se le había pedido que acudiera a la casa de una paciente de 12 años -que se encontraba muy angustiada- llegó, se encontró con la habitación de la niña cerrada.
La pequeña se negó a salir. Su argumento era que no creía en los doctores y que él no era la excepción.
El médico le pidió que, por medio de su teléfono inteligente, lo buscara en el sitio de internet iWantGreatCare (Quiero un Gran Cuidado).
El sitio fue creado para permitirles a los pacientes dar su opinión sobre los doctores y calificar su atención.
En ese sitio web se podían leer los comentarios que los pacientes adolescentes del psiquiatra habían publicado sobre él.
Ver lo que personas de su edad habían escrito fue lo que finalmente la persuadió a abrir la puerta.
Poder
“Hay mucho más que decir sobre una enfermedad que lo que el experto médico tiene que decir”
Lucien Engelen, Universidad Radboud Nijmegen
Este es un ejemplo de cómo internet les está dando a los pacientes un poder que antes no tenían y también es un ejemplo de cómo internet cambiará la relación entre médicos y pacientes, indicó Neil Bacon, el médico detrás del sitio web.
Su objetivo es crear un sitio en el que la voz colectiva de los pacientes y los consumidores de los servicios de salud sea el guardián del sistema sanitario y no los reguladores tradicionales.
El doctor Bacon, un especialista de riñón, es uno de los miembros de la nueva generación de doctores conocidos como “doctores emprendedores”.
Concibió la red social para doctores británicos Doctors.net.uk y después desarrolló iWantGreatCare, un sitio en internet que les permite a los pacientes opinar sobre cada médico que los ha tratado y dar una evaluación.
“Es la voz del paciente la que tiene que brillar y la que va a ofrecer transparencia y calidad en todo el sistema de salud social”, indicó.
El sitio, que indignó a algunos doctores cuando fue lanzado en 2008, ha unido fuerzas con una organización de caridad dedicada a apoyar a los pacientes con VIH/Sida, The Terrence Higgins Trust.
En Reino Unido, por ejemplo, pacientes VIH positivos pueden sentir una gran angustia cuando les toca escoger a su médico de cabecera y a su dentista. Les preocupa la estigmatización que puedan llegar a sufrir y la confidencialidad con la que sus casos serán tratados, indicó Garry Brough de la organización The Terrence Higgins Trust.
Una de sus propuestas es que pacientes con VIH puedan trabajar juntos para crear recomendaciones de “oro” sobre el cuidado de personas con el virus. Eso se logrará, asegura, por medio del diseño de “una base de datos nacional de servicios de alta calidad para personas con VIH alimentada por los propios usuarios”.
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La idea de darles poder a los pacientes a través de internet ha sido probada en otras partes de Europa.
En Holanda, Lucien Engelen, director del centro de Remodelación e Innovación de la Universidad Radboud Nijmegen investiga cómo las nuevas tecnologías pueden mejorar la atención médica.
Uno de los proyectos es “AYA4: toda la información que habías buscado” y está dedicado a pacientes jóvenes que padecen cáncer. En esa plataforma online, ellos pueden hablar sobre sus problemas de salud y enviarle preguntas médicas directamente a un oncólogo.
Engelen señaló que, al igual que sus doctores, los pacientes y sus familiares también son expertos en una enfermedad en específico.
“Los roles no sólo están cambiando, sino que se están volteando”, explicó. “Hay mucho más que decir sobre una enfermedad que lo que el experto médico tiene que decir”.
De acuerdo con Engelen, en la era de la democratización de los medios de comunicación y de la primera generación de Facebook, la medicina está empezando poco a poco a ponerse al día con otras industrias como las de la música y los viajes, ambas profundamente afectadas por internet.
“Lleva un poco más de tiempo, pero causará exactamente el mismo impacto y quizás mucho más. Una vez se vuelva masiva, tendrá un gran valor”, añadió el doctor.