¿Sería posible correr sobre el agua?
Algunos personajes bíblicos andaban tranquilamente sobre el agua. También hay animales que lo hacen, como los basiliscos, que en realidad crean bolsas de agua cuando sus patas golpean la superficie a gran velocidad: para hacer esto se requiere suficiente longitud en las piernas como para mantener los pies sobre ellas antes de que las bolsas de aire se disipen.
Pero ¿qué necesitaría el ser humano para conseguir algo parecido?
En primer lugar, generar mayor velocidad. Actualmente, el récord mundial de velocidad está establecido por el velocista jamaicano Usain Bolt, que corrió los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Pekín desplazándose a 37 km/h. Sin embargo, esta velocidad es de todo punto insuficiente. Según John Bush, profesor de matemáticas aplicadas en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), un adulto humano debería correr a casi 112 km/h para evitar sumergirse.
La otra opción es adquirir unos zapatos diseñados para cambinar sobre el agua, obra de Wavewalk en Massachusetts. Son botas similares a un kayak que miden 2,8 metros y permiten flotar sobre el agua como unos esquíes.
O eso o adquieres superpoderes.