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La ola de calor en Japón reaviva el reto que afronta Tokio 2020
Posted On 12 Ago 2016
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Tokio, 12 ago (EFE).- Las altas temperaturas registradas en Tokio en los últimos días, fechas en las que se celebrarán los Juegos Olímpicos de 2020, vuelven a poner el foco en los retos de la organización para hacer frente al calor y humedad en la metrópoli.
Una ola de calor ha sacudido Japón esta última semana y los termómetros, por ejemplo, alcanzaron los 37,6 grados en el centro de la capital el 9 de agosto, jornada en la que tendrá lugar la ceremonia de clausura de los JJOO dentro de cuatro años.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) recomienda en estas fechas, aparte de mantener una hidratación adecuada, el abstenerse de realizar ejercicio a pleno sol, algo paradójico para ciertos deportes que formarán parte de la competición y que convierte al excesivo calor de la capital nipona en un peligro latente.
Con estas temperaturas, los Juegos de Tokio correrían el riesgo de ser los más calurosos de los últimos 120 años, tras los de París en 1900, cuando gran parte de los corredores del maratón tuvo que abandonar por el calor, de entre 35 y 39 grados, según datos de la publicación especializada Journal of Sports Sciences.
El Comité Organizador de Tokio 2020 “es plenamente consciente de la necesidad de tomar medidas para mitigar el calor y proteger a los atletas y a los espectadores”, dijo en declaraciones a Efe su portavoz, Hikariko Ono.
Los organizadores han creado un grupo de trabajo junto con el Ejecutivo central y el del Área Metropolitana de Tokio “para garantizar un entorno óptimo en el que los atletas puedan rendir al máximo de su potencial”, explicó Ono.
En particular, se habilitarán zonas verdes cerca de los espacios donde se disputarán las competiciones, y se instalarán cubiertas y parasoles en las gradas, además de vaporizadores de agua y fuentes en distintos puntos de las sedes deportivas.
La organización también contempla “aplicar la tecnología más avanzada en sistemas de refrigeración” tanto en las instalaciones cubiertas como en las sedes al aire libre, señaló el portavoz.
Además, se han comenzado a pavimentar algunas zonas de Tokio con un material capaz de rebajar la temperatura, ante el temor a que las altas temperaturas estivales afecten a los maratones y otros eventos.
Incluso el arquitecto japonés Kengo Kuma, artífice del proyecto del estado olímpico de Tokio 2020 -después de que el esbozo original de la fallecida Zaha Hadid fuese descartado tras dispararse el presupuesto- tuvo en cuenta esta circunstancia en su diseño.
La propuesta de Kuma, un recinto con 60.000 asientos, destaca por el uso de la madera (que se calienta a muy alta temperatura) y una fachada formada por terrazas escalonadas de plantas y árboles que favorecerían un ambiente más fresco.
Los Juegos Olímpicos de la capital japonesa tendrán lugar entre el 24 julio y el 9 agosto y los Paralímpicos entre finales de agosto y principios de septiembre, cuando la temperatura máxima media es de 30 grados y la humedad relativa del 71 por ciento en Tokio.
Las autoridades niponas comenzaron en julio a medir la temperatura y humedad en la zona de la bahía Tokio, donde se concentrarán algunas sedes de la competición, así en los trayectos entre las estaciones de metro y los recintos.
Las mediciones se prolongarán hasta septiembre, mes en el que finalizarán los Juegos Paralímpicos.
Esta iniciativa busca facilitar la prevención de accidentes relacionados con el calor como los acaecidos en la primera semana de agosto, cuando casi 400 personas fueron llevadas a hospitales en la capital por los efectos de las altas temperaturas. La cifra se elevó a más de 6.500 en todo el archipiélago.
Las previsiones climatológicas de la Agencia nipona de Meteorología advierten de la posibilidad de que se produzca un incremento anual medio de 1 grado en el periodo entre 2016 y 2035 debido al calentamiento global, lo que podría llevar los termómetros a dispararse durante la cita por encima de los 40 grados.
Los anteriores Juegos organizados por la capital nipona en 1964 tuvieron lugar en octubre, un mes en el que la temperatura máxima media se situó en los 19,6 grados. EFE
Por María Roldán