La postura en la que debes dormir para evitar las pesadillas
Son las 10 de la mañana y llegas tarde al . El metro se ha averiado justo el en que tienes una importantísima reunión con el nuevo CEO de la compañía. Entras corriendo en la sala de y cuando vas a saludar al nuevo jefe supremo te das cuenta de que es tu .
Te despiertas entre sudores. Todo ha sido una pesadilla. Enseguida volverás a conciliar el sueño pero, antes de volver a los brazos de Morfeo piensa una cosa ¿en qué postura te has levantado? Puede parecer una locura, pero diversos investigadores apuntan a que existe una relación entre la postura en que nos dormimos y el tipo de sueño que tenemos.
En 2001, un estudio turco publicado en la revista ‘Sleep and Hypnosis’ mostró el tipo de sueños que tenían 41 personas que solían dormir sobre su lado derecho y 22 que lo hacían sobre su lado izquierdo. Los investigadores preguntaron a los participantes por su habilidad para recordar los sueños, cuan vívidos eran estos y en qué medida sufrían pesadillas. Los participantes, además, tuvieron que contestar al Pittsburgh Sleep Quality Index, un cuestionario estándar para evaluar la calidad del sueño.
Los investigadores comprobaron que las pesadillas eran mucho más frecuentes entre las personas que dormían sobre su lado izquierdo, que aseguraban sufrirlas el 40,9% de las noches, frente al 14,6% de las personas que dormían sobre su lado derecho que, además, eran más propensas a tener sueños que proporcionaban sensaciones de alivio o seguridad.
El estudio arrojaba además otro dato curioso: el número de pesadillas no estaba relacionado con un peor sueño en general y, de hecho, las personas que dormían sobre su lado izquierdo obtenían una puntuación mayor en el cuestionario de la calidad del sueño.
¿Quieres soñar más? Duerme boca abajo
Aunque el estudio turco ha sido uno de los pocos que se ha fijado en concreto en las pesadillas, otras investigaciones con muestras mayores han relacionado determinadas posturas con una mayor capacidad para recordar y participar en los sueños (lo que se conoce como sueños lúcidos).
En 2012, el doctor Calvin Kai-Ching Yu, profesor de la Hong Shu Yan University, firmó una investigación en la que se analizaron los hábitos de sueño de más de 670 adultos. Aquellos que dormían boca abajo, concluyó la investigación, tenían los sueños más vívidos y positivos, incluyendo los conocidos como “sueños humedos”.
Los autores del estudio creen que esto se debe a que la postura ejerce presión sobre los genitales, y el estímulo externo se entremezcla con nuestras ensoñaciones. “Creo que durante el sueño el cerebro no es totalmente ajeno al mundo exterior y los estímulos, incluidos aquellos derivados del entorno, se incorporan al contenido del sueño más a menudo de lo que la gente es consciente”, explicó Kai-Ching Yu. “Los cerebros inconscientes de los soñadores intentan encontrar un sentido e incluso hacer uso de los estímulos externos”.
Dado que los estudios sobre la influencia de la postura en los sueños se cuentan con los dedos de una mano, parece que no deberíamos preocuparnos demasiado por cambiar nuestra postura, máxime teniendo en cuenta que la mejor postura para soñar (boca abajo) es de las peores para todo lo demás. Dormir sobre el estómago es una de las causas más comunes de dolor de espalda, ya que en esa posición la espina dorsal permanece en una posición forzada toda la noche. Además, si nuestra cabeza reposa en la almohada en una posición de noventa grados, seguramente sentiremos rigidez a la mañana siguiente. Es por ello que la mayor parte de expertos la consideran la peor posición para dormir; aunque, no hay mal que por bien no venga: es la mejor para evitar los ronquidos.
Fuente: MSN / SAS