Las 12 reglas para ser feliz
“La felicidad”, un libro escrito por el belga Leo Bormans, se ha convertido en un gran best-seller mundial. El libro recopila las experiencias de 100 autores de todo el mundo sobre la felicidad y los efectos de la psicología positiva.
“Las personas que piensan en positivo ven más oportunidades, funcionan mejor, son más resistentes, toman más decisiones correctas y sólidas, negocian mejor, tienen más confianza, mantienen mejores relaciones, asumen más responsabilidades y se confía más en ellas”, afirma su autor.
Las 12 claves de Bormans para la felicidad son las siguientes:
1- Debe estar satisfecho con lo que tienes.
2- Disfruta de lo que haces.
3- Vive para hoy.
4- Elige ser feliz.
5- Alimenta tus relaciones con los demás.
6- Mantente ocupado.
7- No te compares.
8- Sé tú mismo.
9- No te preocupes tanto.
10- Organízate.
11- Piensa en positivo.
12- Aprende a ser feliz.
En el día de hoy, la felicidad es una verdadera ciencia. Más de 3000 profesores en todo el mundo investigan el tema. ¿Hay claves para la felicidad?, y ¿por qué es tan importante ahora?
Comencemos con la mala noticia: no existe una clave de la felicidad, pero hay muchas maneras para llegar a ser feliz.
El libro es el resultado de la investigación de un centenar de profesionales que enfocan, en un máximo de mil palabras, el tema de la felicidad desde la perspectiva de su propia profesión. Es decir, los autores no escriben historias etéreas o casos individuales de éxito, sino que se basan en la investigación.
Unos encuentran la felicidad en una relación, otros en una caminata por el bosque o una jugosa cuenta bancaria. La felicidad no es una mariposa que se viene a posar casualmente sobre tu hombro. La persona puede buscarla activamente, es el sorprendente mensaje. La remanida concepción de que una persona debe tener buen comportamiento y sufrir para alcanzar la felicidad se puede desechar. No hay nada de malo en buscar la felicidad, reza una concepción refrescante.
Al menos cuarenta por ciento de la sensación de felicidad y optimismo es determinado por nuestra propia visión sobre la vida y nuestras decisiones. La mitad está determinada genéticamente y el diez por ciento tiene causas circunstanciales. Según Bormans, “disfrutar de un rato al sol no es lo mismo que constatar que el sol brilla. Cuando alguien utiliza esa constatación para un fin, halla felicidad.”
La felicidad está de moda. A juicio de Bormans, esta necesidad de ser feliz guarda relación con la crisis económica. “Creíamos que, si éramos más ricos, también seríamos más felices. Pero no es así.” No por nada, Francia y China – a imitación de otros países – introdujeron hace dos años el Índice de la Felicidad. Se trata de un barómetro para el país en el que lo importante no es el crecimiento económico sino el medio ambiente, las condiciones de vida y bienestar. Según Bormans, en definitiva no se trata de la felicidad individual sino de la del grupo, escuelas, empresas y países. Y en este sentido, Occidente puede aprender del Oriente, y a la inversa. Bormans espera que el libro conduzca finalmente a un Movimiento por la Felicidad.
Para aquellos de nosotros que sufren depresión: no tenemos obligación de ser felices. Bormans: “Todos tenemos el derecho de sentir dolor y pena. Cabe, eso sí, preguntarnos si estamos satisfechos con la vida que llevamos. Esa suerte de satisfacción que puede traer algo nuevo, practicando activamente el optimismo. Quizá sean palabras “fáciles”, pero ahora están reconocidas por la ciencia.”