Las aerolíneas europeas no temen al proteccionismo pero sí al “brexit”
BRUSELAS.- Las aerolíneas europeas no creen que la oleada de proteccionismo de inspiración estadounidense vaya a obstaculizar el negocio del transporte de pasajeros, pero sí temen que los efectos del “brexit” dificulten las operaciones en el marco de la Unión Europea, indicaron hoy.
“Los cielos abiertos tienen demasiados beneficios para las compañías y para los pasajeros”, resumieron hoy en una rueda de prensa los máximos responsables de Air France-KLM, de Lufthansa y de International Airlines Group, matriz de Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus.
La convocatoria respondía a la conferencia anual en Bruselas de la asociación empresarial Aviation For Europe, en torno a la que se reunió el grueso de los grandes agentes del sector para analizar los desafíos de este año y presentar sus reivindicaciones a la Comisión Europea.
Las aerolíneas exigen a Bruselas que interceda, principalmente, en dos sentidos: rebajando impuestos en el sector de la aviación para fomentar su competitividad, y con medidas para limitar el impacto de las huelgas de controladores aéreos en la aviación que, estiman, representa el 3,5 % del PIB europeo.
“La globalización no es una amenaza, es el camino hacia un mundo mejor”, sintetizó el presidente de la alemana Lufthansa, Castern Spohr, descartando así un riesgo inmediato derivado de la animadversión a la globalización del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump.
Solo el principal ponente del Ejecutivo comunitario, el director general de Movilidad y Transporte de la Comisión, Henrik Hololei, se refirió al proteccionismo como una amenaza real y pidió un esfuerzo para “proteger lo que hemos conseguido” porque las cosas pueden cambiar “de la noche a la mañana”.
“La aviación tiene que ver con la cooperación, no con el proteccionismo, agregó Hololei, quien dijo que el pasado 1 de enero fue la primera vez en su vida que se despertó y pensó: “El mundo no es más seguro que el año pasado”.
El alto funcionario europeo se refirió también a otros desafíos, como las emisiones contaminantes, la modernización de infraestructuras, el impacto del ruido de los aparatos o el atractivo que los aviones suponen para los terroristas.
Capítulo aparte mereció el “brexit”, la salida del Reino Unido de la UE, que podría dar al traste con el mercado único para el sector de la aviación que funciona desde 1990, y que también mencionó el representante de la Comisión Europea como uno de los grandes desafíos inmediatos para el sector.
En ese sentido, la presidenta de la compañía aérea británica de bajo coste EasyJet, Carolyn McCall, avanzó que su aerolínea pedirá en cuestión de “semanas” una licencia para operar desde algún otro Estado miembro de la UE para proteger así al 30 % de sus vuelos que no tocan suelo británico de los posibles efectos del “brexit”.
También el presidente de la aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair, Michael O’Leary, aludió a la decisión del Reino Unido de abandonar la UE como “la más estúpida” jamás tomada por sus vecinos.
“Sigo pensando que en dos años, cuando el pueblo británico se dé cuenta de que los defensores del ‘brexit’ les han mentido, cambiarán de opinión”, declaró el polémico empresario irlandés.