Lo bueno, lo malo y lo feo de “La leyenda de Tarzán”
Ante la escasez de propuestas cinematográficas llamativas, hace unos días fuimos a ver The Legend of Tarzan, película dirigida por el director británico David Yates, que este día se estrena en México.
Si ustedes están esperando una buena película para gastarse lo que les queda de la quincena, no dejen de considerar lo siguiente:
La trama
La Leyenda de Tarzan está situada varios años después de que Tarzán conoce a Jane, abandona la selva africana para irse a vivir a la civilización en Londres y adopta el nombre de John Clayton III. Todo era calma y tranquilidad hasta que lo invitan al Congo como emisario del Parlamento Inglés. Esta propuesta no es más que una conspiración movida por la codicia y la venganza del capitán belga Leon Rom. Así se desatará un infierno donde confluirán varios intereses y del que pocos podrán salir airosos.
Lo bueno
Esta película cuenta con la dirección de David Yates, cuyas cartas fuertes en su curriculum son varias entregas de la saga Harry Potter (Harry Potter y la Orden del Fénix, Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 1 y 2), así como el spin-off Fantastic Beasts and Where to Find Them que se estrenará a finales de este año.
Tomando esto en cuenta podría pensarse que, al menos en cuanto a realización y efectos especiales, esta película no tendría que tener problemas. Además se cuenta con un elenco respetable integrado por Alexander Skarsgård (a quien vimos en The Diary of a Teenage Girl, y en True Blood de HBO); el nominado al Oscar Samuel L. Jackson; la sensual Margot Robbie (The Wolf of Wall Street); el actor nominado al Oscar Djimon Hounsou (Blood Diamond); el ganador del Oscar Jim Broadbent (Iris); y el dos veces ganador del Oscar Christoph Waltz (Inglourious Basterds y Django Unchained).
Además se contó con un presupuesto más que respetable y el guión fue obra de Adam Cozad y Craig Brewer, quienes se basaron en las clásicas historias de Tarzán escritas por Edgar Rice Burroughs.
Lo malo
Los efectos no están tan bien logrados, al menos no al nivel que podría esperarse en una película de esta manufactura. Y es que el uso del CGI no sólo es excesivo sino que su manufactura no es la mejor. No son pocas las escenas que se sienten artificiales, sobre todo cuando hay animales salvajes.
La edición es otro de los puntos en los que esta cinta cojea. Por momentos el espectador siente que la acción narrativa transcurre muy lenta. Luego ocurre todo lo contrario, cuando la trama se acelera y vemos a los protagonistas recorrer distancias enormes o hacer tareas muy laboriosas en un abrir y cerrar de ojos.
No es que la película no se entienda, es sólo que estos desatinos hacen que la fluidez se pierda y nunca logremos entrar completamente al universo propuesto por la trama.
Lo feo
¿De verdad hay alguien que en el 2016 pidiera o esperara una nueva versión de Tarzán? Llevar al cine historias que ya han sido contadas una y otra vez se está volviendo tedioso. Quizá para los grandes estudios de cine sea un negocio relanzar sus viejas glorias, pues requieren menos esfuerzo, inversión y despliegue creativo, pero la mayoría de las veces para el espectador esto resulta poco atractivo.
Dudamos que las generaciones anteriores conecten con este nuevo Tarzán, pues pare ser honestos no ofrece nada nuevo a la historia y cae en muchos clichés.
El propio Alexander Skarsgård no termina de convencernos al encarnar a Tarzán y nos deja la impresión de que se apostó más por el atractivo visual antes que en lograr que el actor sueco realmente entré en la modalidad del personaje.
Veredicto
La Leyenda de Tarzán no es una mala película, de hecho puede resultar entretenida, sin embargo no ofrece nada nuevo a la historia de este mítico personaje, tampoco tiene los mejores efectos especiales y está lejos de ser una película importante.
Una película más que pasará sin pena ni gloria este verano. Ya decidirán ustedes si ir al cine, esperar a verla un sábado en Canal 5 o de plano dejarla pasar.
Por @gabrielrevelo