Según información de El País, la foto que Zhang se había tomado frente a la estatua gigante de Buda en el año 2000 guarda un curioso detalle, el cual parece haber quedado plasmado allí por el destino mismo.
En la imagen, tomada hace 16 años, Zhang posa frente a la cámara, y detrás de él aparece una mujer con un abrigo de color rojo. Lo insólito de la captura es que aquella mujer es en realidad la madre de su esposa, quien ahora es su suegra.
Tras percatarse de aquel extraño detalle, Lu llamó entonces a su madre, quien confirmó que había estado en aquel lugar en esa misma fecha. Incluso buscó entre sus cosas y encontró la pieza faltante de este misterio: una foto tomada prácticamente en el mismo momento que la de Zhang, 16 años atrás, mucho antes de que aquel hombre y su hija se conocieran.
“Aunque no nos conocíamos en ese entonces, los cielos debieron planear esto para nosotros 16 años antes de tiempo”, dijo el Zhang en declaraciones citadas por El País.