Los berrinches continuos de los niños son para los psiquiatras americanos un trastorno mental
El Manual de diagnósticos y estadísticas de enfermedades mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría(APA) está considerado como la biblia de la psiquiatría. Su palabra es casi ley para la profesión. La APA llevaba 20 años sin modificar el manual y lo acaba de hacer.
En el nuevo manual, que se publicará en mayo de 2013, los psiquiatras norteamericanos han consensuado, por primera vez, que la adicción a la comida o los berrinches persistentes en los niños son trastornos, enfermedades mentales.
Lo llaman Trastorno de Desregulación Disruptiva del Estado de Ánimo. Así se diagnosticará a niños que “exhiben episodios frecuentes de irritabilidad y arrebatos de conducta durante tres o más veces a la semana durante más de un año”.
Esta definición ha causado amplia controversia porque podría desembocar en el diagnóstico y medicación de los berrinches de los niños. La APA afirma que con este nuevo término se espera combatir el potencial error de diagnosticar a los niños con trastorno bipolar y tratarlos innecesariamente con potentes medicamentos.
Entre los cambios más importantes que presentará está una nueva definición de lo que ahora será llamado trastorno del espectro autista. Ya no se hablará de autismo ni síndrome de Asperger, trastorno generalizado del desarrollo o trastorno desintegrativo de la infancia, sino que todos estos términos quedarán incluidos dentro del diagnóstico de trastorno del espectro autista “para ayudar de forma más precisa y consistente a diagnosticar a niños con autismo”.
También se catalogará a partir de ahora como enfermedad mental el acaparamiento compulsivo, definición que servirá para diagnosticar a quienes tienen “una dificultad persistente de deshacerse o separarse de posesiones, sin importar su valor real”.
Otros casos en estudio
Por otro lado, el manual ha introducido una categoría de trastornos que “necesitan ser más investigados”, para incluir en ellos la adicción al juego ‘on-line’ o a través de Internet o las relaciones sexuales.
Asimismo, también excluye la definición de duelo como trastorno depresivo cuando éste dura menos de dos meses después de la muerte de un ser querido. Y a pesar de que muchos habían pedido definir el “trastorno hipersexual”, o adicción al sexo, como una enfermedad mental, el manual ha decidido excluirlo.